Lo que parecía un envión anímico para por fin levantase en la Liga, no fue más que una falsa alarma. Después de golear a Once Caldas, Junior cayó en su estadio ante Jaguares y es penúltimo en la tabla con seis puntos de veinticuatro posibles. El equipo barranquillero deberá ganar nueve de los próximos doce partidos para clasificar, tarea que no debería ser problema para un equipo grande, pero que parece improbable por el presente futbolístico del club.
El partido frente a Jaguares lo perdió Gamero desde lo táctico. Decidió sustituir a Toloza cuando era el mejor de Junior (aunque parezca increíble). Sacó a Serje y quedó con un solo volante de marca cuando aún restaban 45 minutos de partido (arriesgó mucho desde muy temprano y sin necesidad). El equipo rojiblanco terminó jugando con tres delanteros, producto del desespero de su técnico por buscar el resultado, lo cual es algo que se le abona a Gamero; pero más delanteros no es necesariamente más ataque (si así lo es, juguemos como en los 40´s: con cinco delanteros), Junior terminó desordenado, sin ideas en el medio y limitándose a lanzarle centros a los hombres de arriba.
Gran parte de la hinchada pide la salida de Alberto Gamero, a quien critican de no armar el equipo como se debía y por reforzarlo con jugadores que eran suplentes en sus clubes. Todas las críticas son válidas, pero en mi opinión, independientemente de los próximos resultados, el técnico samario debe terminar el semestre o por lo menos permanecer en el equipo hasta que éste se encuentre matemáticamente vivo en la Liga.
Traer un nuevo técnico a estas alturas no garantiza que el equipo se levante, y aunque esto parece cada vez más difícil, es más factible que ocurra con Gamero. Finalmente, él fue quien armó el equipo, hizo la pretemporada completa y lleva ya tiempo de trabajo, que lo hace que conozca más su plantel. Después de finalizar el semestre, se podrá evaluar completamente su papel como timonel de los tiburones, (que más bien parecen inofensivos peces) y definir su continuidad o reemplazo.
Lo cierto, es que Gamero no es el único culpable del presente de Junior, el equipo tiene graves problemas de fondo y forma, es un problema institucional. Y mientras, los dueños del club lo sigan manejando como a un equipo chico, seguirán rodando cabezas y los resultados serán siempre los mismos.
Muchas gracias por leer. Hasta pronto.
Por: Miguel Elías Pumarejo Sánchez
En Twitter: @MiguePumarejo
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P.D: Aunque es cierto que Junior no se reforzó como debía, con los jugadores que tiene actualmente en su nómina no debería estar en la vergonzosa situación en la que se encuentra. Este equipo debería estar por lo menos metido entre los ocho sin ningún problema.