No fue el partido soñado, Junior no mostró su mejor cara ante los paisas, el encuentro ni siquiera fue entretenido, pero se ganó y eso es lo más importante en esta instancia definitiva.
Frente a los itagüiseños, vimos en Junior lo que ha sido la constante en el campeonato: un equipo que en veinte o treinta minutos de buen fútbol marca gol(es), pero después quita el pie del acelerador y termina sufriendo los partidos. En esta oportunidad, el club tiburón empezó muy metido atrás; empero, una vez se decidió por adelantar sus líneas, demostró que cuando quiere, puede.
No obstante, será el técnico juniorista quien se encargue de corregir los errores. A estas alturas de la Liga, los hinchas debemos llenarnos de optimismo, creer en el equipo como institución grande que es (y que está y estará siempre por encima de las personas que la conforman), llenar el ‘Metro’ y esperar la mejor respuesta de nuestro querido Junior.
Opiniones divididas genera la labor del ‘Zurdo’ López. Sin embargo, pienso que no es el mejor momento para criticarlo. No nos guste o nos guste, es el director técnico de Junior; menciono primero la premisa negativa (no nos guste) que la positiva (nos guste) porque prefiero ir siempre de menos a más, las palabras tienen poder, yo prefiero ver el vaso medio lleno que medio vacío, y pienso que es mejor estar menos o más que más o menos.
Se vienen dos partidos cruciales para Junior, donde recibirá a Santa fe y Nacional, los dos equipos más regulares del año en el fútbol colombiano. En ambos compromisos, la invitación es hacer sentir el ‘jugador número 12’, ese que pese a no hacer parte del terreno de juego, es capaz de modificar la actitud y motivación de quienes se encuentran en él.
¡Vamos Junior por la octava!
Muchas gracias a todos por leer.
Hasta pronto.
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Miguel Elías Pumarejo Sánchez
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