Así al técnico rojiblanco le parezca una expresión muy fuerte, «fracaso» es la palabra que mejor describe lo que fue el semestre del conjunto barranquillero. Había pensado en hacer un resumen de lo que ha sido el equipo tiburón en estos cinco meses bajo la dirección técnica del ‘Maestro’, pero eso sería perder el tiempo, podría extenderme muchísimos párrafos explicando lo que ya todos sabemos: que no jugamos a nada, que los «sobraditos» de otros equipos no dieron la talla en Junior, que Alexis sigue pensando que está en la Equidad, que el estratega juniorista no supo medir su lengua en las declaraciones con la prensa, que sólo Viera y Vélez se salvan del paupérrimo semestre y muchas otras cosas que explican por qué Junior quedó por fuera de la fiesta de los ocho.
El comienzo de Alexis en Junior no fue el mejor, con su llegada se dio la salida del mejor refuerzo que llegó a Santa fe: el profesor Esteban Gesto, preparador físico que en el conjunto cardenal ha ratificado las excelentes labores que había realizado en sus anteriores clubes, además la salida de fichas importantes que no se remplazaron debidamente, marcaron un mal inicio en este nuevo proyecto. Pero ¿para qué vamos a llorar sobre la leche derramada? Junior está donde no debería estar, es decir, por fuera de los ocho y ya nada podemos hacer, las razones son muchas y ya todos las conocemos.
En el fútbol se ha vuelto muy popular la frase: «Es mejor corregir sobre victorias que sobre derrotas», pero seamos sinceros, generalmente necesitamos caernos para levantarnos. Entonces, ya que no hay que buscar culpables, pues todos sabemos que la responsabilidad de este fracaso recae en Alexis y en quienes no sé con qué intereses lo trajeron y lo siguen respaldando, miremos este semestre como una caída y pensemos en qué se debe mejorar para que Junior vuelva a donde debe estar siempre. Creo que sobra decir, que para pensar en un buen segundo semestre, el señor Alexis no debe continuar al frente de esta institución, es claro que le quedó grande la rojiblanca. Se debe apoyar un proceso, pero con una persona realmente capacitada, el cambio debe ser no sólo de entrenador, si no también de mentalidad en aquellos que manejan este negocio, que para nosotros es un sentimiento llamado Junior.
Son muchas las enseñanzas que quedan del torneo. Con respecto al técnico, es claro que con Alexis sucedió lo que muchos imaginábamos (aunque al mismo tiempo esperáramos otra cosa): que Junior jugara como un equipo chico y con un estilo similar al que le vimos en la Equidad. Entonces, si queremos que Junior practique ese fútbol vistoso que tanto gusta en Barranquilla, debe llegar un entrenador que se haya destacado porque sus anteriores clubes hayan jugado a lo que le gusta a la afición juniorista, y no uno que busque excusas estúpidas para intentar justificar sus errores.
En cuanto a los jugadores, noto con preocupación que el equipo invierte grandes sumas de dinero trayendo «refuerzos», que generalmente no dan la talla y terminan quitándole oportunidades a los jóvenes futbolistas de la región, quienes en muchas ocasiones optan por irse a otros clubes donde si valoran su talento (Lea aquí: ¿Junior Barranquillero?). Curiosamente los directivos de Junior traen a Alexis para armar un proceso, pero llegan jugadores como Cardona a préstamo sin opción de compra, es como si Nacional nos dijera: «se lo damos un año y si el man rinde nos lo devuelven, si no negociamos un nuevo préstamo o miramos qué hacemos». Con Héctor Quiñones sucedió algo similar, Deportivo Cali lo prestó a Junior para mostrarlo en la Libertadores, y en cuanto fue pretendido por un club extranjero, los azucareros lo vendieron.
Ayer me encontré con un tuit que me llamó mucho la atención, pues identificaba perfectamente lo que muchos sentíamos, lo firmaba Emanuel Sarmiento y decía: «Alexis García logró que esos hinchas de Junior, que viven y mueren por el tiburón, deseen que Junior pierda, con la esperanza de que él se vaya». Ciertamente pese a que mi corazón quería que clasificáramos, la razón me decía que en los cuadrangulares íbamos era a someternos a una vergüenza y que lo mejor era quedar eliminados.
De los errores se aprende, ojalá así lo entiendan las directivas de nuestro equipo, que tomen las medidas necesarias para lo que será el segundo semestre y que pronto hablemos de Alexis García, el ex-técnico de Junior que protagonizó la peor campaña (en cuanto a fútbol) del conjunto currambero en los últimos años. Puede que para los directivos, Junior sea una «Olímpica» más, pero para los hinchas, es junto al Carnaval lo más sagrado que tiene nuestra ciudad.
Los hinchas también debemos hacernos sentir. En alguna ocasión, me dijo con gran tristeza mi amigo Jesús Pineda, el popular Chulespe, o viejo Chucho (como yo le digo): «la afición debe tomar posturas, al igual que la prensa, para Barranquilla y la Costa Caribe, el Junior es un preciado tesoro, una institución no sólo deportiva, sino una de identidad cultural, de buen aprecio social». Junior no es Fuad Char ni Samuel Vanegas, las instituciones siempre estarán por encima de las personas que la conforman, por eso aunque hoy estemos dolidos con el manejo que se le ha dado al club, nunca dejaremos de apoyar este sentimiento que une a los barranquilleros.
Muchas gracias a todos por leer.
Hasta pronto.
Miguel Elías Pumarejo Sánchez
En Twitter: @MiguePumarejo
Correo electrónico: migueleliaspuma@gmail.com
Lea también en «Un sentimiento llamado Junior»:

1. Alexis García no debe seguir en Junior (Opinión)