En mi primera columna del año, dije que hablaría del nuevo técnico rojiblanco cuando fuese el momento oportuno. A pesar de que muchos criticaron su llegada, preferí esperar el inicio del campeonato para observar y analizar lo que pasaba con el equipo, en ese momento me parecía injusto juzgar a un entrenador por su reciente pasado en un equipo que carecía de la calidad futbolística y de jugadores como los que si tiene el club barranquillero. Pues bien, pasadas cuatro fechas de la Liga ya se pueden emitir juicios u opiniones de lo que ha sido el Junior en manos del  ‘Maestro’ Alexis García.
Seguramente muchos estamos un poco frustrados por lo que ha sido Junior en el 2013, dos derrotas, un empate y tan sólo una victoria no son cifras nada alentadoras, habrá quienes piensan que a Alexis el equipo le quedó grande y que sus días en Barranquilla están contados. Sin embargo, pienso que al entrenador chocoano hay que darle tiempo y estoy convencido de que este equipo será protagonista.
El Junior que dirige Alexis es un equipo que demuestra trabajo y orden, en ocasiones se muestra también como un equipo equilibrado. No podemos negar que el equipo juega mejor que el del 2012, lo que ocurre es que el Junior de ‘Cheché’ maquillaba sus malas actuaciones con triunfos, con lo que se mantenía al margen de la crítica, contrario a lo que sucede con el Junior del ‘Maestro’, que muestra buen fútbol, pero que la mala definición usualmente no es su mejor aliada.
Como hinchas, debemos entender que se inició un nuevo proceso, el nuevo técnico apenas está conociendo a sus jugadores y viceversa. En la Equidad, Alexis conocía plenamente a sus dirigidos y sabía muy bien lo que debía hacer según lo que ocurriera en el juego. En Junior, será normal verlo haciendo una y otra variante en su módulo táctico o en su onceno titular, por eso no me extraña que el acompañante de Samuel Vanegas sea un día Armando Nieves, otro Diego Amaya, y después Andrés Felipe González, lo mismo que ocurre en la zona de recuperación, donde Luis Narváez, Braynner García y Jossymar Gómez se han turnado para jugar al lado del panameño Gabriel ‘Gavilán’ Gómez.
En el fútbol no se puede depender de la suerte, por eso cuando un equipo gana sin jugar bien, es evidente que en algo falla su entrenador. Por el contrario, cuando se tienen buenos partidos pero no se gana, ocasiones fortuitas pueden propiciar la pérdida de puntos. En los cuatro partidos que he visto de Junior, no ha habido ninguno donde no se hayan tenido las ocasiones suficientes para marcar goles. Frente a Once Caldas, Boyacá Chicó y Pasto, las oportunidades de gol sobraron.
No obstante, pienso que la gran falla de Alexis ha estado en las variantes que hace. En Manizales, metió en el segundo tiempo a otro defensa central y sacó a un hombre de ataque, con lo que cedió el balón y terreno al Once Caldas, que en menos de dos minutos remontó el partido. Cerrar un partido defendiéndose no está mal, pero ¿hacerlo durante 45 minutos? Además, el técnico tiburón dejó de realizar dos variantes que hubieran refrescado al equipo en una plaza, que usualmente es difícil para Junior. Frente Deportivo Pasto, cuando muchos pensábamos que Edwin Cardona ingresaría por Vladimir Hernández (quien no rinde lo mismo en la altura y se notaba cansado), el orientador rojiblanco sustituyó a Dayro Moreno, uno de los jugadores más incisivos en el frente de ataque.
Obviamente tampoco sirve jugar bien y no ganar, al fin y al cabo el fútbol se mide por resultados, pero éstos se obtienen más fácilmente cuando van acompañados de buenos partidos, por eso pienso que pronto cambiará el panorama de Junior en la Liga.
La Liga es como un partido de fútbol, donde lo importante es ganar, sin importar si los goles llegan al minuto 90, por eso debemos ser pacientes, aún quedan catorce fechas por jugar. Sin embargo, como equipo grande no debemos llegar a definir la clasificación en las últimas fechas, lo ideal es que mínimo dos o tres fechas antes, Junior tenga asegurado su tiquete a semifinales.
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Miguel Elías Pumarejo Sánchez
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