Sabemos que el título de éste post no es el más alentador, pero es la cruda realidad, teníamos un invicto nada despreciable de 12 fechas sin perder de local, y fue nuestro rival de patio el que puso al desnudo una a una nuestras debilidades en defensa y sacó provecho de cada una de ellas. de ahí el resultado final del partido. 3-2 a favor de Real Santander, estamos fuera de los ocho, perdimos el invicto en casa, el Real logra sacudirse de la paternidad leoparda y nosotros nos hundimos lentamente en éste profundo hueco del que esperamos salir lo más pronto posible. Nisiquiera el buen refuerzo Vikonis pudo salvarnos de la derrota, a pesar de que salvo varias pelotas de gol, de llevó 3 en su debut como guardameta leopardo.
Pero teníamos elementos en el campo de juego caso Luis Omar Valencia, Sebastián Ramírez y ‘el mono’ Herrera, nadie sabía porque ‘el conejo’ Jaramillo aparecía como inicialista si de lejos se le ve fuera de forma, en la tribuna se comentaba que mas que un ‘conejo’ parecia ‘el tocino’ Jaramillo, y en el banco tenía hombres de la talla de Santiago Silvera, Andrés Sarmiento, como por mencionar algunos, pero es claro que en el manual de los técnicos colombianos está escrito en alguna parte que los cambios no se hacen hasta después de finalizado el segundo tiempo, exceptuando casos fortuitos como lesiones o expulsiones, de lo contrario parece que estuviera rotundamente prohibido.
Y fue gracias a la rebeldía y la genialidad de uno de los puntos más altos del equipo Luis Omar Valencia que llegamos a la casi impensada remontada, gracias a un gol producto de una jugada generada por él mismo, que posteriormente le cedió el balón al mono Herrera y éste tuvo tiempo de levantar la cabeza y ver que venía Luis Omar sin marca desde el fondo y así decretar la paridad parcial en el Alfonso López. Posteriormente, y en los pies del mismo jugador, se gestó el tanto de la victoria parcial, un pase entre líneas a un ‘mono’ Herrera especialista en diagonales quien luego de intentar hacerle una vaselina al portero del Real Santander, le quedó el rebote y marcó la victoria parcial con el arco a placer. Gracias a éste tanto, ‘el mono’ se convirtió en el máximo anotador de los clásicos con 5 tantos en su historial.
Pero la alegría no duraría mucho, cuando Carlos Mario Hoyos planeaba meter el partido al congelador con el ingreso de Murillo, un centro desde el costado y nuevo cabezazo Jeisson Palacios en la 5.50 dejó sembrado al arquero Vikonis que no podía hacer nada ante la cercanía del remate y ante la atenta mirada de los centrales leopardos que al finalizar la tarde iban a tener una jornada para el olvido.
No se puede negar que el leopardo intentó reaccionar, con más ganas que fútbol logró meter al Real Santander en su propio campo, le tiró el cuerpo encima, pero no se tuvo la frialdad y la inteligencia que se debe tener en momentos como ese, con el partido empatado y una afición en ferias y necesitada de una victoria en clásicos no se podía perder la cabeza y terminamos haciendo la de siempre, la paraguaya, cada que el equipo recuperaba el balón, metía el centro a ver qué salía, el equipo se quedó sin ideas, sin ese lider que organizara un poco las acciones de juego, que le diera esa pausa y esa serenidad necesaria para encontrar un espacio libre y generar una oportunidad de gol.
Y fue gracias a un rechazo de la zaga del blanco-blanco que vino el tercero y definitivo, un error garrafal entre los dos centrales que, repito, tuvieron la peor de las actuaciones en la era Carlos Mario Hoyos, el manual de los centrales dice que si viene un balón elevado por nada del mundo se debe dejar picar en el piso, se debe hacer lo posible por controlarlo o enviarlo al lateral, cosa que no hicieron los centrales del equipo leopardo, dejaron rebotar el balón despejado por la zaga del equipo visitante y le cayó nada menos que a Sergio ‘el tiburón’ Romero quien con tiempo y espacio para pensar dónde poner el balón, la puso donde debía, al fondo de la red y de ésta manera se sentenció el clásico santandereano.
Hay muchas cosas por corregir y muchas por perfeccionar, el profesor Carlos Mario Hoyos lo ha intentado todo, ha jugado con 3 en el fondo, en éste partido lo hizo con 4, intentó con Andrés Arboleda de central y la verdad es que el equipo no logra consolidarse en el fondo, y es de dominio público que «La delantera gana partidos, pero la defensa gana campeonatos» y si no consolidamos esa solidez en el fondo estamos condenados a un nuevo fracaso y no me quiero acostumbrar a eso, no me quiero acostumbrar a estar fuera de los 8, el equipo tiene que ser protagonista y el equipo tiene que volver a primera.Vikonis tuvo una destacada actuación, sacó pelotas importantes y eso da un poco de tranquilidad, pero hay que trabajar más en defensa para que éste proyecto salga adelante. Tenemos 3 partidos en menos de 10 días, hay que empezar a ganar el miércoles frente a Unión Magdalena para recomponer el camino. En las buenas soy del leopardo y en las malas mucho más!