Con la opción matemática de sumar
tres puntos para acercarse al grupo de los ocho, pero sin el fútbol y el
corazón para lograrlo, el Junior de Barraquilla salía al césped del estadio Metropolitano para enfrentar a La
Equidad ante la mirada de no más de 9 mil espectadores, es que con ese fútbol
hasta las lechuzas huyen. El primer tiempo intermitente, llegadas para ambos
bandos, un Edison Toloza que tuvo la oportunidad más clara al minuto 43, pero le
pasó lo de la anterior fecha en Bogotá, se enredó al definir y un Dayro Moreno
tibio que no anda muy bien, y como que se acordó de las fiestas. Pero no haré
énfasis en eso.
Para el segunda mitad, una de las
más claras la tuvo el «gran» Samuel Vanegas, el cual muy fiel a su filosofía la
mandó a la tribuna. Este defensor me parece tan torpe y tan limitado, que me
pregunto cómo llegó a ser profesional. Al
final del encuentro una jugada entre Vladimir Hernández y Dayro pudo darle una victoria
mentirosa a los dirigidos por el «Maestro» Alexis García. Pero no todo es malo,
hay un jugador el cual admiro por su lucha y su entrega en todos los
encuentros, es Sebastián Viera, un profesional en toda la palabra, que le tapó
un mano a mano a Wilson Morelo y atajó un tiro libre de gol. Este uruguayo, que parece más barranquillero
que los que están en la plantilla, salió al minuto 74 de su portería hasta la
mitad de la cancha en señal de empuje para sus compañeros. Los muchos millones
que se gana, los tiene bien merecidos.
Así se cerraba el telón con un 0
a 0 sin bombas ni platillos. Junior fue el «Santiago Nasar» de la séptima
novela de Gabriel García Márquez, Crónicas de una muerte anunciada. Todos
sabíamos lo que sucedería pero el masoquismo y el amarillismo nos ganaron.
El caso Edwin Cardona
De este jugador pálido y
predecible hay mucho por decir. Llegó a Junior
con el rótulo de armador y
generador de ideas. Y sí, ha tenido ideas, pero para lucir en su cabeza
diferentes cortes de pelo. De fútbol nada, un jugador que camina la cancha, que
no demuestra que desea marcar historia en «La arenosa».
Contra La Equidad el día sábado,
por ejemplo, esto sin contar los demás
partidos, duró 82 minutos en el terreno de juego. Todo el partido
perdido, con pases equivocados, sin cambio de ritmo y evidenciando en su rostro
el peso de su cuerpo. Y es aquí donde quiero centrar mi análisis con «el gran 10
del Junior»
Me pareció chistoso e irreverente
que en la transmisión del encuentro, el comentarista y el narrador hicieran una
especie de símil entre él e Iván René Valenciano. ¡Por Dios! Sé que lo hicieron
por el tema de masa corporal, pero para mí era necesario hacer hincapié en lo
que fue y sigue siendo «El gordito de oro» o «El Bombardero» para la escuadra
rojiblanca.
Primero, es el segundo mayor
goleador del fútbol colombiano con 217 goles. Segundo, es el máximo goleador
histórico del Junior con 158 goles. Tercero, debutó a los 16 años, exactamente
en 1988. Cuarto, cuando tenía 19 años, es decir en 1991, fue el goleador del
fútbol colombiano con 30 goles. Luego, lo consiguió en 1995 con 24 goles
y en 1996 con 36 anotaciones, una cifra abismal. En definitiva un goleador de
raza. Creo que no les costaba mucho a los periodistas decir esto.
Pero bueno, en lo que estábamos, el
joven Edwin «La joya» Cardona, nacido el
8 de diciembre de 1992, hoy con 20 años, una edad donde el futbolista solo
piensa en jugar, correr y sudar solo lleva 3 goles. El primero de ellos lo
consiguió en el «delicioso equipo» de Alexis García en la primera fecha del
torneo, cuando además golearon 4 a 0 a Envigado. El segundo contra su ex equipo
Independiente Santa Fe, en la patética derrota 3 a 2 como local y el último,
quizás el más importante en la victoria a domicilio 1 a 0 en el Centenario de
Armenia contra el Quindío.
A Junior solo le resta esperar la
última fecha en el Atanasio Girardot frente al Independiente Medellín para irse
a replantear el insípido sistema táctico de su técnico, porque lo más probable
es que siga y también para que los dueños y directivos tomen la vocería y de
una vez por todas saquen a quien tengan que sacar (aunque también deberían
ellos hacerse un autoexamen). Yo comenzaría por los dos Álvarez, Samuel Vanegas
y por nada más y nada menos que «La Joya» Cardona.
He visto a muchos aficionados
sacar cuentas y quizás para sorpresas de muchos, el quipo aún tiene chance,
pero tendría que ganar en Medellín y además que el Deportivo Cali, el Once
Caldas y el Cúcuta pierdan todos sus encuentros. Algo que no va a pasar, pero como todo en la
vida puede suceder, uno no sabe. Pero como hincha de esta institución grande,
donde han pasado grandes jugadores, donde se jugaba hasta hace uno o dos años,
un fútbol elegante y exquisito, de contragolpe letal y de efectividad como
local, es mejor que no clasifiquemos. No pongamos más en ridículo a la ciudad
ni a nuestro amado Junior.
Gracias por leer y
comentar. Hasta una nueva oportunidad.
Edson Cabeza Jabba
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