Volvieron a aparecer ante Envigado, esta vez fueron Alejandro Barbaro y Jhonatan Barboza, y se evidenció una vez más su mínimo aporte al equipo, y eso que no jugó Luna.
Parece que el único extranjero, obviamente a parte de Cano, que ha funcionado esta temporada es el señor Octavio Zambrano, quien tuvo que desapegarse de sus resabios y admitir, por medio de la suplencia de los mismos, la equivocación en la contratación de estos.
Luis Luna llegó, algunas palabras de aliento de los hinchas de su ex equipo parecían un buen presagio de su contratación, ilusión que duró un minuto, pues desde el primer momento ha mostrado una incompetencia combinada con desorden que no alcanza a suplir la cantidad de kilómetros corridos que el «samurai» parecía tener. Y no es el peor de los casos.
Desde Uruguay arribó Jhonatan Barboza, jugador sin el más mínimo timing y que ante toda situación, sea ofensiva o defensiva, termina en el suelo por X o Y razón, además de su improductividad total en las dos fases, generando muy poco desde su llegada y siendo relegado cada vez más, pasando de ser un titular a muchas veces no estar ni siquiera convocado.
Y cuando estas contrataciones no parecían suficientes, llegó Alejandro Barbaro, un argentino que había disputado 136 minutos en el 2018 y que a los dos días de llegar a la ciudad ya estaba jugando en el Medellín. Pasó lo que debía pasar y dejó de ser convocado por Zambrano.
Es de revisar el tema de estas contrataciones, y aunque el técnico tomó la batuta y logró el equilibrio con William Parra, Larry Angulo y Brayan Castrillón (ninguno de los tres estaba en los planes iniciales), deben tomarse medidas en este aspecto, iniciando con la más obvia, la salida de estos tres jugadores, y luego, la implementación de un sistema de contratación más riguroso, pues la falta de talento de los refuerzos es evidente a simple vista por la mayoría de los aficionados, y no puede ser casualidad que su presencia fuera total en el peor momento de la campaña del Medellín.
Gracias a Octavio Zambrano que tomó medidas el equipo repuntó y logró meterse a los ocho clasificados e incluso tuvo posibilidades para terminar entre los primeros 4, oportunidades que no se pudieron concretar ante Deportivo Pasto y Envigado, pero se logró el primer paso, la clasificación.
Allí esperamos que Zambrano siga en buena tónica, poniendo a jugar a quienes le han dado resultado y primando el talento sobre el título y rótulo de extranjeros, buscando lo mejor para el equipo y no para jugadores que no le aportan lo más mínimo al equipo, requisito que debería ser vital a la hora de contratar un jugador de otro país.
Nos vemos el miércoles, y si quiere discutir antes, escríbame a @SergioRuizL