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Junior venció a Pereira, 3-1

 

¡Qué buenas tazas de tinto aromático bebió Junior! Estamos en la punta, por fin. Estamos recuperando cartera... la carpeta de la gestión triunfadora, así mismo la económica como moral, y, además, emocional y sobre todo, mostrando buen fútbol... insisto, con sencillez y belleza. Eso demuestra el trabajo, la estrategia, la inversión y el apoyo emocional que recibe el equipo, de toda la Costa, y en especial, de la afición barranquillera que lo acompaña al Metro masivamente.

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Junior jugó con flojera y a media máquina debido a que los medios generativos del fútbol caribeño, no soltaban pelota buena y además, perdidos en el primer tiempo. Por eso el Pereira se montó con peligro y asustó a Junior, que no le "molió café". Junior le ganó a un Pereira desdibujado, fácil, entregado, enredado, monótono y - a veces peligroso-. La verdad, su gol fue un regalito del árbitro.

 

El primer gol fue una jugada que concluyó con una metáfora estilística de billar: Teo demuestra su calidad, su delicadeza para saetar en medio de la brusquedad y desubique de los defensas pereiranos y permite el tejido más hermoso con un frentazo al césped: gol, típico de un crack. Generalmente, siempre he estado de acuerdo que las pelotas que pican en el césped, antes de su llegada a las manos del portero, entran porque entran o sino, rebotan para un doble remate.

 

El segundo gol -increíble-, es un contragolpe entre Giovany, Acuña y Ciciliano: un tejido rápido y de fútbol sencillo. Ése es Junior, un equipo que juega desvertebrando las defensas y haciendo fácil lo difícil.

 

Y llegó el obsequio-penalty para Pereira. Pero no pasó nada más para los cafeteros debido a su falta de puntería, y sobre todo, a la rigidez, ordenamiento y seguridad defensiva de los junioristas; Berbia se lleva parte del triunfo porque se portó como debe de ser (aunque a veces preocupa tanta soltadera de balón, no hoy sino en otros partidos jugados). Y llegó el tercero, igual al segundo, otro contragolpe y Roberto Carlos (recién ingresado), mediante un tiro pellizcado anota el tercero.

 

Excelente el manejo del medio campo entre Giovany, Cici y colgado Acuña quien "esperaba que se cayeran los mangos para robarlos". Buena por Comesaña, ingresando a Cortés: le faltó Teo -expulsado-, pero Roberto Carlos lo suplió con estilo de melcocha estirando la ofensiva Caribe. Esa es la mano del uruguayo acertado.

 

Con respecto al árbitro, muy malito, inseguro con pinta de serio. Las tarjetas amarillas recibidas por los jugadores de Junior, fueron más compensatorias y amenazantes que justas para el Pereira y para el espectáculo. Los goles anulados fueron más faltas de objetividad y de observación entre las líneas.

 

Lo que me gusta de Junior es que no se deja, a pesar de que la derrota contra Envigado fue un traspiés en el que nos faltó tiempo y concentración; pero está bien, se aprende y se demuestra que no sólo en el Metropolitano somos fuertes. Anotar dos goles de visitante ante los paisas, y ahora ante el Pereira, es un signo de potencia y de ofensividad pragmática.

 

Ante Equidad, nos toca ver a Baca en sustitución por Teo, le sugerimos a Comesaña, claro; a Rueda recuperado. ¿Ciciliano jugará? Por lo de la amarilla de hoy, pregunto.

 

¿Cómo es posible sacar un volante (Rueda), meter un defensa (Ceballos) y ganar en ataque? le sobraron razones estratégicas a Comesaña, las que le faltaron en Envigado.

 

Felicitaciones al equipo. A la fanaticada también.

Chulespe volverá.

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