He vuelto a
escribir para ganar la posibilidad del perdón que le reclamo a mi cuerpo-mente,
ya que no deseo seguir sufriendo por este Junior que no da pié con bola.
He vuelto a
registrar un juego de Junior pues he deseado exorcizar mis malos pensamientos
acerca de Alexis pues he creído que he exagerado mis críticas anteriores. Tenía
complejo de culpa.
Y finalmente, he
vuelto a escribir este blog pues mi celular y correo electrónico se hayan
depositados variados reclamos pues andaba desaparecido.
Y sí, volver a
mencionar el camino desarticulado, antisistemático, enredado, ambiguo, falto de
postura y contradictorio de este otrora «equipazo» Tiburón, es una obligación
que como hincha y crítico tengo ante lectores (que quizá), comparten esta
visión del presente caribeño de junior.
Independientemente
del empate de Toloza, el Junior de Alexis, no puede esconder sus problemáticas
estructurales con un golazo y mucho menos con una defensa que trabaja con
imprecisiones para «linchar-nos» lentamente con dos penaltis estúpidos pues sus
marcaciones por el buen árbitro de hoy (se me escapa el nombre) corresponden a la
avería estructural que venimos padeciendo con la «filosofía» del Sr. Alexis.
E independientemente
de la tapada de Viera (en el segundo penal), tampoco podemos esconder con un
dedo el sol de vacilaciones de un equipo que como el de Alexis no busca ni
consigue edificar una arquitectura de juego sopesado, contínuo, de buen andar,
rápido o lento, seguro y fascinante como el que ha caracterizado a Junior
durante mucho tiempo y en otras épocas.
Hay en nuestro
recuerdo histórico colectivo una nostalgia por aquellos Junior que manejaban la
pelota con carácter y que en El Romelio Martínez o en El Metro, no dejábamos
ganar a nadie; y ahora somos presa casi que como sardina de agua dulce, nos
gana cualquiera cuando de visitante demostramos peleas transparentes y
literales que sólo signan un anunciado temor de derrotas anunciadas.
Sé que Alexis y su
tropa trabajan entre semana pero ganarle al equipo de Valledupar por una
goleada no es un signo alentador pues el Huila de hoy, venía de ganarle nada
más y menos que al encopetado Dep. Cali de irresoluto juego sorprendente plagado
de seriedad y resultados positivos; creo que al Huila no se le estudió bien
pues Tressor Moreno deshizo la media cancha de Junior asustando a sus tejidos
internos con su veteranía ambiciosa aún en su botines gloriosos, y este Junior
en El Pazas Alcid de la calurosa Neiva, iniciar con 4-2-1-1-1-1-1-1- (un jaja
hiperbólico y sarcástico, si me permiten sopesar esta amargura por la padezco) y
luego un 4-4-2-1… en fin, ya no se sabe si Alexis es ofensivo o defensivo pues
vemos que no hay una coherencia continua de juego de equipo.
«Es cierto que me
puedo acomodar según las circunstancias contextuales de juego»,
pero hasta ahora las condiciones escenográficas por las que ha pasado Junior
han sido retos insuperados… sólo el valiente Envigado se sumió ante la
dentadura tiburona.
Demarco que el
equipo sigue, sin embargo, creando oportunidades que se desperdician, ante estas
bazofias y pernicias, me pregunto:
·
¿Seguir trabajando y tomar en serio
los consejos de El Gran Pibe Valderrama cuando nos recomienda «pausa», «tranquilidad»
a los delanteros de Junior?
·
Me pregunto también acerca del rendimiento
de Dayro Moreno quien ha malgastado oportunidades no sólo ante porteros rivales
y a bocajarro sino en el terreno de juego y en su funcionamiento como
coequipero…
·
y, me pregunto también con los
Álvarez quienes no han tenido una oportunidad real en el primer equipo por lo menos
constante, o de Toloza, que a veces, es suplente y la titular…
·
y de un Ruíz que inició inflado y
que creímos que podría ser su año de una recuperación futbolística y anímica,
técnica y estilística para él, y vemos que anda como «carrito loco» de aquí
para allá, con unas de cal y otras de arena y nada, nada, en definitiva. ¿Qué
tiene Ruíz que tanto perdón y tolerancia ha recibido por parte de hinchas y DT
que han pasado por Junior?
En fin, Alexis aún
no ha encontrado el peso específico ni la línea titular, ni ha dado con la
sustancia que encante a nosotros los costeños quienes amamos a nuestro gran
Tiburón Junior.
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Chulespe Volverá.
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