Huila 2, Junior 3
Neiva, Huila.
22-10-2011
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De regreso a casa, Cheché tendrá que pensar -como tantas veces-, si le sirve jugar con sus estrellas en la banca, o la banca en la cancha pero sin estrellarse.
O tendrá que hacerse una limpieza con el mejor detergente, la autocrítica, si el equipo funciona con estrellas o sin estrellas.
O en el mejor de los casos, si se juega con la camiseta celeste o la de siempre.
No se rían.
Es en serio lo que digo.
Junior hoy, ante un Huila sudoroso y aguerrido como el Rio Magdalena que baña a Neiva,  le enjuagó a Junior la cara durante el 2do tiempo con centros ineficientes hijuemil (no se si se escriba así hijuemil) veces que el rostro de Viera terminó untado de desesperación opita.
Me parece que el desorden imperó en ambos equipos.
Fue un juego…  uhmmmm, un juego jugado en homenaje a la hipérbole de las reglas gramaticales del fútbol.
Mejor dicho: un juego de potrero y de pelaos y con bola e´trapo, dirían los viejos sabios de El Revolo, el gran Barrio del Caribe colombiano, o lo que es lo mismo, la Little City of Barranquilla´s Soccer, << original town>>, tal cual como lo bautizaría el Padre Colón, un viejo sacerdote -o cliente mejor dicho-, del fut arenoso del <<Morrosquillo sucreño>> una tienda en la Calle 14 que vendía las cervezas congeladas y puro Lucky Strike, después que ganaba Junior los domingos en el Romelio.
Mejor dicho: una juego de arena pero sin petulancias como los que solía Junior ofrecer cuando jugaba en la Catedral de la 72.
En el primer tiempo, Junior distribuido con sus dizque cuatro y tres líneas y vainas de esas que dicen los periodistas.
Organizado, pragmático, dejando jugar, ajá, bien, sí,  porque el Huila también formó tropel en la zaga de Junior, pero los Tiburones lo controlaron hasta el punto que la victoria estaba en la mesa del triunfo decorando el sábalo con buenas vituallas.
El desorden sobrevino para el segundo cuando la neura huilense se apoderó del Plazas Alcid; ajá, Junior perdió el guión y Cheché como cual contagiado, impregnó a Junior de ese mal, sacando a Amaya, quien estaba aguantando -como guerrero sólido- cuanto avance venía de la fiebre amarilla.
No se sabía si era enjundia, garra, fútbol histérico, o cualquier emocionalidad maloliente pues Huila fue una tromba de centros y pelotazos que Junior apenas con su maestría acostumbrada, reposado, sedoso pero torpe también, gracias a sus 10 hombres celestes, que no podía, no pudo aguantar su equilibrio y terminó, mi pana, rompiéndola para donde fuera.
Junior se estiró en la cancha como suele hacerlo ante rivales que le presionan, me encanta la figura de Ruíz cuando cruza, geometriza y acude a su talento de samario samurai; me encanta la ambigüedad que tiene Junior cuando alude a metáforas hipertextuales pues es el engaño, la retórica del peloteo y de cambios de las piezas en el campo.
Quiero decir, que el primer gol y el tercero, fueron de factura transformativa, fueron de una burla hacia el rival en conceptos tácticos, o estratégicos como dicen dizque los que saben. A mí me gusta imitarlos.
Por eso le digo a Cheché que la lección que enseñó en el segundo tiempo, no le sirvió porque Junior salió en esa etapa a jugar, a defenderse a pesar que hizo el tercero mediante una jugada -justa- de Ruíz quien merecía su aguinaldo de brujas ya que el samario nos debía y se debía él, un golazo como el que le dio a Junior el triunfo. Buena por el bahiano.
Junior esta vez no fue veloz sino marrullero de calidad artística, pues las cuerdas lógicas de su estructura o las bellezas de su juego, quedaron aplazadas como aquél cigarrillo, aquél último de la noche.
¡Ah! y mis felicitaciones al árbitro pues hizo un excelente arbitraje para los bonos del Huila; un pito que dejó en el silencio una complicidad localista y una pésima justicia ante los embates y la leña que le dieron a Ruíz, a Cortés y a Páez, entre otros. Y qué me dicen del gol anulado a Cortés.
Junior, a pesar de la tragedia del árbitro fue a Neiva a sacar sus tres puntos y los consiguió; su juego de hoy no fue horrible pero los jugadores mal criticados en otras fechas, hoy sudaron la camiseta con pundonor (¡ah! y por el calor de Neiva) pero mostraron un cambio de actitud y entrega.
A Cheché felicitaciones a pesar de los cambios errados.
Aunque la entrada al salón verde de Bacca y de Gio terminando el partido se lo comprendimos, pero tampoco le funcionaron, porque quizá, como nosotros, nos dimos cuenta que el Huila no fue rival para Junior, es más: se pudo haber traído a Quilla unos puntos con más tranquilidad… pues sin llegar a ser agresivo, el opita fue más corazón que táctica y eso, sale a veces a relucirse porque cuando jugó contra Nacional fue a otro precio, fue menos corazón y más futbol, ese que hoy se vio a granel tan bien.
¡Qué emoción, Junior es parcialmente puntero!
Y eso tiene un gran significado para el hincha Tiburón.
HIZO CLICK Y CERRÓ SU BRECHA DE PÉRDIDAS. AHORA A SOSTENERSE.
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Chulespe volverá.
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