MILLONARIOS  4,  JUNIOR 1
Estadio El Campín.
Bogotá, D.C.
05-10-11
14 grados, en Bogotá, llovizna leve y viento helado.
De entrada, el marcador es mentiroso aunque efectivo para Millos. Mentiroso porque no se vio un superior sobre otro. Se destaca la garra y empuje de Millos sobre un Junior entregado por sus errores de marca, falencia repetitiva.
Cualquiera puede pensar que Millos fue inmensamente superior a Junior, pero esa no es la verdad. De futbol, Millos tiene que robarle a Junior el arte futbolero, pues a decir otra verdad, el funcionamiento del Tiburón si bien hoy, fue quebrado en sus líneas, se le nota un estilo futbolístico que Millos no puede llegar. Bueno son dos lenguajes y eso es distinción.
Sí, está bien. Se trata de ganar y punto. Y si se golea pues mejor. Pero baile de Millos nunca hubo. Sin embargo, el blue interpretó un blus en El Campín, un canto insípido pero de gran valor pues de ahí, se construyó una victoria. Surgió el canto en las tribunas durante gran parte del encuentro. Y El Campín cantó al unísono una triste canción que llegó al corazón maltrecho de Junior. Fue un blus del blue.
Pero la noche helada de bajos grados y llovizna gris, y de breves luceros en el cielo,  Junior se movió con su cumbia acostumbrada en un escenario ajeno, a pesar de que la hinchada de los Tiburones estuvo en gran número en El Campín.
Un buen Junior se luce los  primeros minutos en la fría cancha de la NQS con calle 57, en Bogotá. La temperatura es baja pero el calor de los caribeños se derrama en la cancha pues el Tiburón es frontal, como dicen los expertos, y Millos, el local, como siempre aguerrido; se nota hasta ahora un juego chévere a pesar de que Cheché monta un equipo de «segunda». ¿Por qué Cheché? ¿Por qué si veníamos bien hermano?
Candelo en los blus, y Sherman en los Caribeños poco a poco fueron construyéndose como figuras organizadores, en administradores y responsables del juego. Al primero se le acaba el aire rápido y empieza a desaparecer, a Cárdenas lo remplazan en el segundo tiempo y Junior pierde una aguja e hilo para tejer.
Junior no llegó a defenderse; el piso estuvo liso, Millos regaló las puntas y el balón viaja de un lado a otro. De pronto, si Ud. quiere, fue un partido de futbolistas frenteros, de gente que deseó siempre buscar el gol. Buena por Millos sabe hacer fut con berraquera; es lo mejor que tiene.
Los Costeños en El Campín, engalanamos la tribuna oriental mientras los fondos son azules en ambos lados; la tribuna grita tímida y continúa el blus más afligido que nunca; no me gustan los cánticos de Millos pues son tristes.
Sus cánticos se parecen a lo que juega Millos. Qué épocas aquellas cuando Brand, Iguarán, Gómez, Segrera y Segovia edificaban una Colombia gloriosa en manos de ese gran equipo Embajador. Pero este nada que ver como dicen los que saben.
Páez por el medio, pierde el gol para Junior. Wlado y Sherman luchan por las puntas y crean peligro. El juez de línea de occidental me suena muy dudativo, al igual que los jueces de línea. Antes del penalti, segundo gol de Millos, hubo falta contra Nieves de parte de Mosquera. ¿Por qué se pita una cosa y otra no? El arbitraje en general fue malísimo y perjudicó a la afición, a los jugadores y al espectáculo.
Golazo de Junior, se avispa Páez y Sherman se corre por la izquierda centra y Páez con su zurda gimnástica y la mete sabrosamente. Antes me parece que hubo falta de Páez en contra de Candelo. No estoy seguro.
Y ya lo dije en el blog anterior que Cheché tenía que confiar más en Páez. Y ahí está haciendo un golazo, hermoso, como una cuchilla elevada al ángulo izquierdo de Ramos.
GGGGGGGOOOOOOOOLLLLLLLLLLLLLLLLLl, síiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii…
En el segundo tiempo se habla de otro Junior y aparece el estigma guerrero de Millonarios que imprime velocidad y con poca técnica levanta un marcador 4 a 1 pues los goles llegan por errores de la defensa de Junior que descoordinada, insegura hoy, de banca, deja filtrar balones y jugadas que se convierten en gol.
Millos rescata de su fut un partido ante un Junior que no dio más. Hablan en la tribuna de una estadística que Junior lleva no sé cuantos años sin ganar en Bogotá, los parlantes de las emisoras dicen lo mismo y Junior como si escuchara en la cancha se deja creer y se entrega a Millos.
Junior renuncia al ataque. Millos ataca con desorden y busca la chiripa o el error porque recursos armónicos futboleros no se ven tanto en él, es un equipo que juega a pelotazos y a lo que hace solo Candelo.La verdad, a Millos no se le ve, hasta ahora, un ímpetu ofensivo con orden. Hay una garra azul en la cancha, eso es todo. La garra es su tesoro.
Macías, Narváez, Nieves y Otálvaro juegan a un desorden a veces, y otras a un orden improvisado.
Junior se recupera de la terquedad ofensiva de Millos y trata de organizarse. Millos es muy ofensivo, molesta mucho y no pierde la pelota. El que sabe sabe, y eso es Millos.
La tribuna ruge como un Embajador, perdón, canta como un diplomático convincente pero desafinado pues el equipo produce victorias, aunque juegue <<feo>> (es una apreciación personal, pero no odiosa), tal cual políticos de medio pelo.
Sale Wlado y Sherman y  entran Bacca y Cortés, la pesada. Me parece que muy tarde, vamos a ver si funcionan con este 4 a 1 en la espalda que pesa duro muy duro este marcador.
¿Quién organizará el juego en Junior si Sherman no está?
¿Qué ganara Junior con estos cambios?
Ruíz anduvo perdido y todo el partido. Bacca anda lento. Páez está pensando en otra vaina. Junior ataca y desperdicia en Bacca y Páez dos goles. Fawcett nunca subió y Otálvaro  sí pero falló mucho en la defensa.
Pero no sucede nada. Dio papaya Junior y pues…
El árbitro es un desastre al igual que los abanderados.
Al final un partido para no olvidar pues hay que seguir con la evaluación y recuperar en Barranquilla.
Se mostró Junior con buen funcionamiento pero en últimas no le salieron bien las cosas.  Millos felicitaciones pues su garra demostró que es su mejor arma.
Un blus que sonó más que una cumbia desafinada.
Me gustaron Toloza y Tancredi. Ambos son pragmáticos.
No quiero desearle suerte a Millos en Barranquilla.
No me parece escandaloso el marcador pues se puede remontar en el Metro. Sobre todo considerando que tenemos equipo y futbol para hacerlo.
Preocupante siete goles en dos partidos, la defensa nada que ver.
Un blus, pieza triste para Junior.
Una autocrítica para Cheché y mucho trabajo para corregir los regalos que le hicimos a Millos.
Chulespe volverá.
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@chulespe2012
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