JUNIOR 3, HUILA 0
Un partido aburrido -su primer tiempo- entre Junior y Huila. En un principio Junior sin identidad de ataque, molestó a Estacio y el Huila, llegó con jugadas inoperantes.
Gio y los delanteros tiburones atacaban con pernicia a un Huila desordenado, débil y con poco entusiasmo, de pronto un Opita gentil y táctico pero inofensivo equipo. Aunque Junior no se distancia mucho del visitante.
Los gritos de 2 o 3 mil personas en el Metro, se ven y se sienten preocupados pues Junior no da pie con bola; el problema de Junior sigue siendo su lenguaje que no es coordinado, no se ve el equipo, aunque parece un poco más alegre. No sabe atacar en bloque -el tiburón- pues se enreda.
Junior se aprovecha de la desidia futbolística del encuentro al igual que Huila para molestarse y trasladar pelotas entre sí, de aquí para allá, sin destinos dirigidos hacia el gol.
Ambos equipos carecen de óptica, de coherencia, y el partido es intrascendente; el calor hace un leve cambio anímico pero a la tribuna solamente, porque allá, en el terreno, se lee: «lo que el viento se llevó».
En el segundo tiempo, con la entrada de Cortés, que no alimentó para nada la ofensiva, ni tampoco se le responsabiliza del cambio de actitud positiva de Junior, da entrada a un Bacca que aprovecha un filtro, una luz y por ahí se cuela para anotar el gol con su firma cabalgante de calidad técnica, pre-visión tradicional de Gio.
Bacca sabe leer el fototropismo del fútbol y anota el gol que le cambia la cara por rostros alegres a una tribuna fiel y jolgoriosa… el calor ahora sí llegaba al terreno de juego.
La vibración de las gargantas se repite cuando García aprovecha un enredo en el área amarilla y anota un segundo gol y Junior entonces se vuelve enjundioso y las brisas marinas emergen y aparece grande Barranquilla con su voz alentando a su equipo. Junior ya tiene un 7.5 de evaluación en el juego y sigue en aumento. Otra vez Gio es el autor de la travesura.
La hipótesis que manejo es que Quintabani no sabe jugar en bloque de ataque, él emplea a los jugadores a atacar en contragolpe pues Junior en este partido cuando consigue el tercer gol, y en otros partidos anteriores, desnuda su útil competencia.
Señores y señoras, Quintabani juega para ganar en contragolpe, sea de local o de visitante. Esa es la esencia de juego de Quinta y a veces, claro, le funciona. Junior no sabe tocar en ofensiva y por eso lanza para atrás mucha pelota, lo que le permite retorizar al rival que no se sabe de esa estrategia y lo hace subir a su campo para entregarle el balón y el campo, y cuando el visitante pierde el balón estando en el terreno de Junior, el tiburón saca sus aletas y rema hacia adelante mostrando sus dientes afilados, lo ataca y hace daño. Entonces el equipo contrario queda perdido, despapelado y ofendido.
Eso ocurrió hoy.
Para próximas gestas, el Junior tiene que encontrar una solidez en sus bloques porque aún despiertan dudas.
Chulespe volverá.