Quindío 1, Junior 1

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Sí. Tomar café y que sea un buen café no cae mal; sobre todo cuando en el primer tiempo los Tiburones (aclaro, un equipo con sentido y mano quintabanista, pero no siendo los titulares) le arrancaron la valentía a los veloces de Armenia y lo dominaron con solvencia y agresividad.

El trabajo hecho en ese primer tiempo, bastó para que Junior luciera un punto como si fuera la mejor taza de café gourmet, ni siquiera un arábigo… lo sería.

Y el amarguito del café se lo llevó Junior en el segundo tiempo que se puso a «mamar gallo» y le regaló, mejor dicho, le perdió la pelota el Quindío y con un penalti «medio raro», casi que construído por el árbitro y delantero quindiano nos empataron.

Las líneas de Junior funcionaron con estructuras divergentes, con movilidad sorpresiva, con elasticidad y armonía hasta el punto que varias ocasiones de gol fueron apagadas por punterías mal engrasadas de los caribeños o por rescates apresurados y exitosos de los defensas quindianos.  

El primer tiempo fue de lujo.

Quindío, como lo viene demostrando, desde que la cabeza pecosa piensa y viene actuando, es un equipo alegre y de cuidado, pues tiene innumerables variantes que hoy las aplicó complicándole el protagonismo de la pelota a Junior que había impuesto en los primeros 45 minutos de la cotienda.

Mis amigos dicen que fue justo el empate porque así como el Quindío casi pierde en los minutos de repuestos, así también el Junior pasó sustos pues el Quindúio pudo también, al igual, ganar el encuentro.

Que el café sirva para brindar entre amigos pero que sirva también para recordar que el café que tenemos es el mejor del mundo, como el fútbol que se vío hoy en Armenia. Muy buen partido.

Sherman, Padilla y Cortés, fueron los destacados pues formaron una empresa que brindó expectativas y el resto de los muchachos planteó un futuro profesional muy serio y coordinado.

Buena por Junior, buena por la asistencia que se viene ante Gremio; vuelve el futbol brasileño al Metro, a Barranquilla.

¡qué delicia!

Todos al Metro.

¡Junior vencerá!

Chulespe volverá.

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