CHICÓ 1, JUNIOR O

Seré breve, pues me preocupa la re-pensadera e insistencia hacia el cuerpo técnico y jugadores de mi Tiburón.

Es delicada la situación en vista de que se aproximan duras batallas y los puntos están disolviéndose en una inapetencia tan volátil como desacarada (PERDÓN POR EL REGAÑO), como un hincha muerto de frío tunjano, me lo expresó en las gradas.

A propósito cada cosa con su nombre pues me sentí como en un cementerio en el Estado de la bella Tunja.

Habíamos unas decenas de hinchas caribeños alentando entre ruanas, entre una lluvia desconocida y un fútbol que en verdad fue desesperante como la situación que vive Junior en este campeonato.

No ha demostrado que es un campeón -el Junior-, pues las fallas estructurales y de funcionamiento son la voz de su identidad futbolera actual.

Sus líneas cambian, sus volantes hoy, tienen fuerza y mañana, son mansas palomas y así la continuidad en un estilo no se lleva a los campos y ni en Barranquilla, donde se supone que debemos jugar con ímpetu porque tampoco se ve.

La excusa de que el Romelio aguevaba al equipo por ser cancha pequeña, es pura retórica de la más baja condición estética pues el Junior viene dando tumbos a pesar de que el equipo por moementos brilla pero no tiene efectivo para pagar con goles su demostración e intención buenas.

El penal: Fawcett me parece que no quiso impedir el paso del balón, la jugada fue muy rápida y por el movimiento regular de un cuerpo que se desliza con velocidad, como el de él, pues inevitable y fantasmal, el balón roza la mano y lleve broder.

No me pareció una falla el árbitro en esa jugada sino en las anteriores y en las posteriores pues el gol anulado a  Wlado también entraba en la misma línea del «peligro», de la «duda» y de  la percepción como siempre tan peligrosa y subjetiva como el penal que marcó Tapia.

Junior dominó, creo que el 70 % del partido pero sin asegurar un gol. Me parece que jugar en Tunja es difícil y Junior acusó por momentos un físico muy regular.

Al final, el Chicó se defendió hasta rezar en su propio campo para que se acabara el partido.
Al final, yo también me puse a rezar para ver si este Junior funciona mejor.

Chulespe volverá.
Saludos a Berdugo.
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