Tolima 2, Junior 2

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Junior fue a Ibagué a regalarle tres puntos a su
buen contrincante tolimense. Sólo que a los 90 minutos del juego, decidió
cambiarle el «detallito» no por tres sino por uno. Sí, así fue. Arzuaga y Bacca
protagonizaron la agradable batalla decisiva y transformativa, mejor dicho, deconstructiva -y a al mejor empuje
postmoderno de valentía y rebusque de ataque, igualó en el marcador-, que su
portero Didier había empezado a construirla con greda, pero no por ser escultor
sino por embarrarla de la manera más tonta y concedida.

Dos errores de Muñoz con una defensa cómplice negaron
la conexión coequipera del Tolima; porque está claro que el portero del Junior,
regaló los dos goles para el Tolima. Si ayer fue Berbia, hoy es Muñoz, no sé
qué vamos a hacer con estos porteros apáticos, inseguros, maniflojos, mal
parados, sin visión de conjunto, en fin. ¿Será asunto de «algunos días»?
¿Estarán pasando algunos de esos días como dicen las damas?

Lo cierto es que los tiburones carecieron -en
general-, de categoría y de responsabilidad en conjunto (¡qué exigencia!), sólo
hasta el repunte cercano al apocalipsis del juego, sacaron pecho y Umaña libró
su pase, expresó su alegría y Escobar, su asistente, le tomó del brazo y le
aplaudió cuando Bacca la metió marcando el empate.

Insistimos que, a este Junior  2010, le falta trabajo porque puede dar más,
no dar papaya en la defensa y destejerse en su medio, porque creemos y es un
imperativo, que Gio, Jaramillo, Acuña y sobre todo la «estrella» Arango, se
soltarán más y darán el oro que poseen.

En Ibagué, el tiburón demostró que está hecho, a
pesar de su maltratado tiempo uno, para grandes gestas; la garra, la disciplina
de conjunto por el empate y la efectividad, emergió y relució. Y me parece que
la mano de Umaña está haciendo moñona.

De todas maneras, los tiburones nos hicieron
sufrir cuando iban perdiendo y surgieron dudas con respecto a cómo apoyar a
Umaña para que dé solución al conseguimiento eficiente del desempeño de sus
porteros. Y habría que comprenderlo también, en el establishment del sistema defensivo y su práctica arbitraria de dar
pata a diestra y siniestra, de perder -los jugadores-, la ética de
enfrentamiento técnico ante el contrario, porque Jaramillo y Casanova no pasan
partido «invicto»; reciben sus respectivas tarjetitas amarrillas apenas a los
primeros minutos de juego.

Junior en el Murillo Toro hizo de paquete de
regalo y de estafeta. Dio papaya y se abrió impunemente para que el Tolima
venciera. El penalti regalado por Arzuaga originó un petro-sentimiento a pesar de que mostró un jueguito afanador,
compartido, tocador y bacano a ratos, pero el bunde dejó de sonar y la cumbia
se alzó con los toques estructurales y disciplinados de lo que llamaría la ruta
del gol: Didier, Casanova, Fawcett, Arango, Gio, Bacca y Arzuaga y gol. O al
contrario Arzuaga a Bacca. Allí en esa ruta existe la esperanza de que podemos
armar jugadas e imaginarios muy necesarios para derrotar el recuerdo de las
gestas pasadas. Gestas que nos hacen daño cuando en pasadas finales ante el
Caldas y ante el DIM, o ante Racing, nos demolió la esperanza y Barranquilla,
la Región Caribe y los colombianos de buen gusto, sentimos incomprensiones.

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Por último me gustaría referirme a las
declaraciones que expresó Marangoni por RCN; parafraseándolo dijo algo así:
<<Junior tuvo suerte, nosotros hicimos el partido y en cuanto a mi
expulsión, fue injusta, no le pegué a nadie, el árbitro estuvo ciego>>. Y
le respondo al argentino: «No fue cierto Marangoni, Junior si hizo sus goles
con trabajo ofensivo de toque y sin errores de los defensas contrarios, los
hizo tejiendo sus signos demarcados en la ruta del gol (anotado arriba), los de
la suerte fueron Uds. cuando Muñoz salió como la «loca brisa» permitiendo que Uds.
lo aprovecharan y cuando Arzuaga botó un penalti, sino el marcador hubiera sido
3-2 a favor del Junior. Argentino, deja tu narcisismo y falta de autocrítica,
cumple con tu parte de compromiso y no confundas a tu afición. Tienes que
aceptar que tu miedo e irresponsabilidad en la cancha es tuyo y no le achaques
a otro tu falta de profesionalismo cuando te expresas ante un micrófono».

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Un regalo para los hinchas de Teo:

Chulespe volverá.

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