JUNIOR 2, REAL 0

Junior se dedicó a
masajear el balón durante todo el partido. Hasta que el Real le quitó la
pelota, que fueron muchos minutos tanto en el primer como en el segundo tiempo.

Junior demostró que
se debe ganar y que para hacerlo debe atacar por todos los lados: Romero,
Fawcett por las puntas, Teo y Giova por el centro, disparos de media de García,
Casanova y de Pacheco también. Inclusive en los tiros de esquina, Ceballos
saltaba como cual jirafa cabeceadora.

Faltó que Muñoz saliera
de su puerta.

Junior también
demostró que se puede ganar porque fue un equipo que vi con deseos de ganar
antes que de agradar. La tribuna pedía que se juntaran más Pacheco y Giova,
sólo algunos momentos pudimos ver toques brillantes pero sólo escaramuzas,
brotaron.

Los penaltis fueron
como raros: el primero me parece que fue juzgado con vehemencia y carácter
antes que con precisión por parte del árbitro. El jugador de Junior sabía que
si continuaba pegado al defensa del Real y cayera en el cuadrante, penalti
seguro; esto lo saben quienes retorizan el fútbol.

El segundo, más «real»
pero la pelota llegó al brazo-mano del defensa. Está bien, interrumpe el balón
en su viaje. No sé, en esto soy como subjetivo y las decisiones ya están
tomadas por un árbitro y Junior ganó y Real perdió, hasta su penalti también lo
desperdició, cosa que hubiera podido cambiar, de pronto, la historia del
partido.

 ¿Penaltis regalados? Allá Ud, y allá la
conciencia del árbitro. Allá Ud con su objetividad. ¿Estamos acostumbrados en
Colombia a este tipo de decisiones? Nos quejamos y ¿pasa algo? ¿Corregimos algo
con quejarnos? ¿Constituye nuestra queja una tutela en contra del árbitro? Como
aficionados estamos en las gradas y somos víctimas del manejo de los jugadores
y de los árbitros. Pero tenemos el derecho a decirlo, en eso estoy de acuerdo.

Junior demostró
también que con un Comesaña distinto, mandando al equipo a atacar se puede
vencer. Eso lo entendemos Comesaña, así en el Metro como en cualquier cancha de
Colombia, hay que salir con esa actitud de buscar el partido con goles,
avanzando con ofensividad y con cuidado defensivo.

Junior puede prestar
la pelota y cuidarse como sucedió, pero no puede sólo depender de penaltis
cuando se tienen modelos ofensivos diversos como los que hemos visto en otros encuentros.

Junior entonces, ha
demostrado tener una delantera de pavor. Bueno y ¿por qué no emplearla con sus
sabores ofensivos? Con sus esencias variadas. Y con sus delanteros jugando a
ser distintos y poner en las puntas a Ruíz, al Piojo por la derecha algunas veces
y cortando sus cruces de pelotas que son dañinos, o ¿Giova por el centro pegado
a Teo?

En fin… podemos crear
y hacer más goles y ganar si podemos ser creativos, cosa que a veces y de
visitante, Junior no usa y por ello, pierde fuerza ofensiva y garra para ganar,
para sacar siquiera un punto que lo va a necesitar para avanzar a la final.

Junior esta vez, nos
convenció pero como decía la gente en la tribuna… «triunfo al fin y al cabo, son tres puntos».

Felicitaciones al
Real, mi equipo también de mi región, de mi corazón y de mi orgullo de ser
Caribe. Buena porque este equipo, avanzaría creo, si corrige algunas cosillas defensivas
en bloque y que se encuentre con estructuras de juegos más constantes y más
disciplinadas, más ofensivas.  

Chulespe volverá. Aún
confío en este Junior que tenemos.

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