Ingresa o regístrate acá para seguir este blog.
La
gente que ama al Junior, entre las que me encuentro, salimos felices del
estadio y caminamos entre las alegrías y las preocupaciones, entre la algarabía
y un rosario de champetas, vallenatos y reggaetones, cuyos sonidos
estruendosos, hacían desarmonía con el silencio que llevaba en mi cabeza, mudez
que acusaba la posibilidad de que me dejara el avión.
Creo
que vi un juego “actuado” como con cierta falsedad futbolística de parte de
ambos actores; observé hace unos minutos en el Metro, un partido raro y
aburrido, entre un América resignado y molestoso, casi incómodo y un Tiburón
fresco. Sin embargo, fueron tres dianas que adornaron de banderas y gritos la
tribuna.
Mis
amigos -que vieron el partido conmigo-, y que siempre me acompañan al aeropuerto a tomar mi vuelo de regreso a
Bogotá, me secuestraron en una tienda a bebernos las críticas percibidas y los
acuerdos; yo ni corto ni perezoso, saqué mi Lap
top y me conecté a la red vía wi-fi,
mientras veía como expelaba humo de una botella fría de cebada aéreanimal.
Y
para qué fue eso, me instaron a escribir el blog de una, este blog que estamos
leyendo, ahí en el canto del pretil, bajo la brisa fresca de Barranquilla, en
el filo de una calle llena de gente, en el precipicio de mis emociones recién
ganadas en la tribuna roja-blanca donde me encontraba hace un rato y entre los hinchas
desencantados de este Junior, de éste de hoy ante el América.
No
lo puedo negar, pero mi verdad sobre lo observado fue una auténtica farsa en la
que el América con su jueguito, dizque presionador, jueguito de puro fashion, vino a Barranquilla a mostrarse
más por una obligación de calendario que por jugarle de tú a tú a un Junior
fresco, muy fresco, mostrando un juego de tipo light, sin apresuramientos serios ni convincentes de que su
urgencia de los tres puntos, era cosa real y no de película o teatro montado.
El
partido no es que me haya parecido arreglado, no quiero decir eso, sino
displicente, parecían jugadores cansados, como actuando en cámara lenta y con chispazos
mentales más veloces que las piernas y que afortunadamente un Giovanni y un
Bacca, fueron las excepciones, junto a Muñoz.
Buenísimo
el gol de Giovanni, y mejor el de Bacca que arrastró una vergüenza deportiva
enrostrándola a los demás deportistas y al público con honestidad.
Comesaña,
momentos antes, había recibido de la tribuna impactos groseros de parte de
alguna parte del público; siempre he considerado a los barranquilleros los
mejores tomadores de pelo del mundo, y hoy sentí con fuerza esa actitud moral-cultural
hacia el técnico uruguayo. Le decían burro, le decían nieve, y el respondió con
un jugador honesto, ingresando a Bacca.
Lo
demás fue un show barato en el que
Junior, por ejemplo, les cuento, conté tres minutos tocando la pelota en su
propio terreno y un América dizque presionándolo, pero sin ganas como corriendo
y pidiendo la terminación del partido. Fueron minutos anteriores al gol de
Bacca, quien respondió con carisma y alegría.
Este
Junior necesita armarse de honestidad para jugar contra el Huila. Necesita
revisarse sus estructuras, no sólo de lenguaje de equipo organizado, sino
mental entre todos. Teófilo necesita revisarse su calidad de entrecruzamientos
en el área y de recepción. Nada le funcionó hoy.
La
verdad, mi verdad, es que me preocupa este Junior de hoy que no mostró una
fuerza de local y seriedad en su juego como otras tardes. El equipo cambia de
alineación cada partido, el equipo se parte, el equipo no responde con
adecuación constante.
El
gol de Patiño es respuesta a un equipo de otroras tardes, cuando ataca en
conjunto y lo destaco porque se puede jugar con verraquera, ejemplo: cuando
patió la pelota al rincón con enjundia y decisión, después de toques serios,
justamente de Bacca.
Mis
amigos, me ayudan a salvar la información y de una me apuntan con una fría -van
tres-, que lo cuelgue, que lo cuelgue en la web de futbolred, que están de
acuerdo. Que no me preocupe por el avión.
Por
primera vez me sentí que había escrito muchas voces, no solamente la mía.
Chulespe
volverá.
—————————–
Que alguien diga a tiempo lo que pasa.
Pero sigue la preocupación por el juego de visitante, ese que si es un chisme conocido.
Califica:
Y viene lo peor. Comesaña apriétate el cinturón porque ya hay chismes de “discordia” interna.
OJo.
Califica:
Yo no solo vi a un equipo sin ganas (hablo de Junior porque America no me interesa) sino que vi a un técnico sin idea de lo que estaba haciendo, como atado de manos. Con mucha razón la tribuna estaba molesta con él, es que sostiene en el campo a jugadores como Boiga (y en otras tardes a Ruiz) que no están funcionando bien. Que pierden todas las pelotas, y que son una carga para el equipo, teniendo soluciones aguantadas en el banco. No es posible que si Teofilo no está haciendo nada, Comesaña espere para ingresar a Bacca hasta casi mitad del segundo tiempo. Es muy preocupante, y la verdad creo que los junioristas no esperamos mucho de ese partido con Huila, el mismo video de siempre, sufriendo hasta el final pa’ que nos hagan el gol en el minuto 93
Califica:
Junior necesita tomar en serio su futuro.
Lo de hoy fue un drama mediocre con goles buenos pero con el funcionamiento sin grasa, con una mecánica de tornillos prestados, como diría alguien por ahí.
Sí, preocupante este Junior. A pesar de su triunfo, se le ve una flojera espantosa.
Califica: