Una tarde triste por varias razones. Poco público, tarde lluviosa y baja de sol, equipo flojo y sin poderío este Junior, gente cansada y poca bulla…

un Metro raro y un Pererira serio que le vino a hacer partido a un Junior venido a menos.

Muchos dijeron voces molestas, otros de paciencia, pero otros, los más exigentes, los brabucones de la tribuna, llegaron a exigirle a este Junior más compromiso y coherencia, seguimientos inherentes al equipo de sus corazones.

Empate justo dijeron algunos periodistas.

Los pereiranos estuvieron de acuerdo y los junioristas salimos sin alegría y preguntándonos:

¡Ajá y qué pasó!
Pereira nos empató.

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Chulespe volverá