Con una formación tradicional, si se quiere, exceptuando la inclusión de Ruíz que fue reemplazado por Ciciliano a los 28 del ST, Junior hizo que su fanaticada volviera a sentir las ganas de campeonar, tras golear ( a veces no creo que 3-0, sea goleada) al Cúcuta Deportivo ante 31 mil espectadores que pagaron 342 millones de pesos, m/c.

El equipo tiburón, esta vez, desencantó en el primer tiempo debido a las estrategias impuestas por el conjunto visitante, que se aferró a un terreno defensivo y a un esquema mezquino, actuando esporádicamente con contragolpes inofensivos y timoratos. El Cúcuta fue un equipito, en el segundo tiempo; sus ataques siguieron pobres y apenas, Castillo, Arias, Pinzón y Rojano, inquietaron con garra la defensa de un Tiburón fuerte y seguro.

Cúcuta no fue un equipo de altura para un Junior claro, contundente y decisivo. Lo más hermoso que la televisión mostró, fue su plan de ataque tipo NBA, haciendo cruces medias lunas con la pelota, pasándola entre los aleros y de regreso al centro para romper por puntas y mandar al centro. Estas jugadas, si bien no fueron las que propiciaron -mayoritariamente-, los goles, Ruíz sí aprovechó una de éstas, como puntero de ala derecha enviando centros que Teo, el poeta, el cisne, el goleador de la red, el auténtico tiburón joven, la zarda… encantó al país juniorista con un golazo tierno, sencillo, fácil, académico y efectivo, fue el segundo.

¿El primero? El penalti fue una mano «inconsciente» como alguien dijo por ahí, el defensa cucuteño no veía lo que su mano hacía… ¡Ay! carajo, pero si así fue penal, qué se deja de tantas cosas que hacemos con las manos y que no son castigadas por las leyes. Como las escrituras agresivas, groseras, los plagios, las palabras mal habidas…

El tercero fue una joya de crack… me acordé de Maradona cuando en el Nápoles le hizo como tres de esa manera al Lazio, a la Juventus y al Parma. Así me gusta ver a los delanteros colombianos rematando, disparando a los arcos, con estrategias de creación porque ven que las porterías son anchas, y no como algunos delanteros, que abundan por ahí, que disparan a los cuerpos de los arqueros. Teo demostró que su mentalidad es contemporánea.

Junior y Cali, complicaron el grupo con sus sendas y agradecidas, merecidas victorias (aunque el Deportivo Cali, me parece que luchó un poco más para vencer) ante los motilones y paisas, respectivamente. Ahora todos tienen 5 puntos y empieza de nuevo la lucha… Junior y Cúcuta tiene leve ventaja porque continúan de locales el miércoles 17; Envigado tendrá que sacar su casta y Cali a mostrar su fortaleza verde.

Particularmente confío más en el Cali que en el Cúcuta, porque el motilón es un equipo inconstante y desordenado, no es vertiginoso,  en cambio el Cali es irregular pero sorpresivo y talentoso, virtud ésta que no la posee el Cúcuta.  

Mención especial a Rueda, a Jaramillo, a Ceballos, a Ruíz. Guerreros de calidad, sobre todo el samario gigantón, muy buena pieza tienen Junior en Ruíz. Rueda se lució como pasador, como bloqueador, como trancón; Jaramillo un muro delicado y seguro; Ceballos una muralla elegante. En fin, todos brillaron.

Vamos a comernos a Envigado; ojo viene herido. Ojo. Junior tú puedes.

Marcador posible: Junior 2, Envigado 0.

—————

Chulespe volverá.

—————–