Uno a uno se fue quebrando… los platos. La
vajilla rota la pagó Huila.
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Junior
4, Huila 0.
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Un partido de
entrenamiento, soso, a veces alegre dado que el rival opita -a pesar de estar
en su clima-, no pudo ni tampoco podía desenredar la madeja que le puso Junior
en Barranquilla. Creo que la
brisa que pega en el Metropolitano le hizo más daño a Huila que la enjundia de
los junioristas.
El gol de Yáñez
es lo más destacado, además de la pésima marca defensiva del Huila, también el
gol de Giovanni y de Orozco en menores medidas -sólo me refiero a asuntos
estéticos y por supuesto subjetivos-, asuntos de mi óptica, claro.
A Yáñez le
faltaba acomodarse en la nómina y en el gusto del hincha con anotaciones y
entregas así, subiendo por su punta como un viejo win, rompiendo en el abismo de la raya, un posible centro o tirar
al hueco del tejido, para gol, como en efecto, sucedió.
El Huila un
equipo que sólo llegó a incomodar a Junior escasísimas veces. Casi nada, mejor
dicho, nada, natilla como decía El Flechas, en el bar Tukituki en la
bocachiquera y fresca Lorica.
Lo del penalty que
cobró Teo, simple y sencillo. Teo demostró porqué es el centrodelantero del
Junior, hace falta para confundir y protagonizar peligros… los goles que se tiró, además de mover defensas y jugar
con sus movimientos, lo convierten en un jugador moderno, por arriba y por
debajo, con pases de gol y estrategias de movilidad que discurre en un placer
contemporáneo, con loops variados,
con una danza técnica inigualable como si fuera una pluma en el área.
Y el Piojo con
su velocidad y su zurda gilletera es
peligroso siempre, él es un jugador vertido para cortar defensas difíciles;
Orozco le falta, creo que más peso, aunque arranca bien… parece que de Cici no
nos acordamos…
Ojalá y -lo
repetimos-: a Junior le falta memoria para jugar de visitante como juega en Barranquilla…
con el Quindío… a afirmar el poderío que sólo aparece en Barranquilla.
- Chulespe volverá a cantar los próximos goles del Junior.
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