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Transcurridas 9 fechas del torneo local, algunas reflexiones del equipo de Juan Manuel Lillo
Este Millonarios de una u otra manera ha logrado sorprenderme, despistarme y en varios partidos desilusionarme, sin embargo a la vez, en poco tiempo también ha sido un equipo que me ha llenado de pequeñas alegrías, de “fresquitos” por ganar los partidos que a nosotros como hinchas son los que no toleramos perder y que bien o mal en la era Torres eran los que generalmente perdíamos.
Empecemos por el comienzo. El proceso de Lillo ha tenido todo tipo de especulaciones, tanto positivas como negativas. Unos lo llaman el “Gurú” e implementador de la famosa “periodización o periodicidad táctica”, concepto que busca plasmar metodologías de trabajo en los entrenamientos, para definir conceptos específicos que quiere trasmitir el ibérico. A esto, hay quienes le meten más corazón y fanatismo al decir que Lillo fue el que le enseñó este concepto a Guardiola cuando fue jugador y que luego el hoy entrenador del Bayer logró aplicar esto al famoso Barcelona de los últimos años.
Por otra parte existen muchos detractores del proceso, los que ven en Lillo un personaje nefasto que ha descendido a 4 equipos y que no ha ganado nada, contrastándolo con un técnico como Torres, ganador desde todo punto de vista y con una visión de fútbol tal vez más joven (el promedio de edad de los refuerzos de Lillo rondan los 31). Dentro de este grupo, muchos adjudican malos planteamientos ante los denominados “equipos chicos”, lo que ha llevado a que Millonarios regale partidos y luzca muy mal ante Equidad, Once Caldas y Huila.
Desde mi punto de vista, no me gusta etiquetarme en ninguno de los grupos, ni soy defensor de Lillo, ni creo que sea un aparecido que nos va a descender. Amigos que van a los entrenamientos del equipo y que cubren a Millonarios en medios de comunicación, me dicen que el cambio en los conceptos y en los entrenamientos es muy grande. Que con el ibérico, el equipo hace condicionamiento físico con balón, hace prácticas a doble turno y tiene sesiones específicas definidas para trabajar módulos tácticos.
Teniendo en cuenta esta perspectiva considero que el proceso es interesante. En el tema refuerzos y rotación considero que el técnico no es tan innovador como en los entrenamientos. Los 3 refuerzos que pidió son jugadores de una edad promedio de 31 años, que ya fueron dirigidos por él hace más de 7 años y que claramente ya no son los mismos que cuando tenían 26 o 27 años. Mbami, Vargas y Wesley López, fueron las apuestas del técnico, sin tener en cuenta más posiciones donde el equipo está indiscutiblemente mal reforzado.
Sobre los jugadores que trajo el español rescato a Vargas y Mbami, este último aunque ha jugado poco me parece que tiene categoría y tanto ante Huila como en el clásico se le ve enchufado y comprometido. Vargas por su parte me parece que ha venido retomando su nivel, ese que alguna vez lo llevará a ser ídolo de Boca y que poco a poco lo ha ido consolidando en el once titular. Wesley López sin embargo desentonó mucho en su debut, ojalá solo haya tenido un muy mal partido y podamos ver otra mejor cara, puesto que lució displicente, perezoso y falto de distancia.
Pero bueno vamos a los resultados. De 9 partidos, el equipo ha ganado 4, empatado 3 y perdido dos. Entre esos 4 partidos ganados encontramos los dos clásicos, a Nacional y a Envigado, sin duda rivales que siempre nos han complicado (Envigado jugando de visitante). Lillo sin duda ha sabido darle gusto a la gente, justo cuando lo necesita y en los partidos que más le importan al hincha, ganándolos con autoridad, por lo menos el primer clásico y el partido ante los verdes de Medellín. Esto sin duda le ha dado también un respiro al técnico, porque la gente pedía esto, especialmente luego del año pasado, donde se pasó en blanco ante los verdes, disputando 4 partidos.
Por otro lado los 3 empates se dieron frente al Once Caldas, el Huila y el Pasto (visitante), donde en dos de estos juegos (Once Caldas y Huila) el equipo dejó una pésima impresión, regalando el partido y no perdiendo (contra Once Caldas) por física y pura surte al ver como jugadores sin alma como Arrechea desperdiciaban oportunidades claras de gol. Por su parte contra el Pasto fue todo lo contrario el equipo pudo ganar por 2 o 3 goles, pero sencillamente tuvo uno de esos días donde el balón no quizo entrar.
Finalmente los dos partidos perdidos (Equidad y Boyacá Chicó) se dieron ante una terrible actuación, donde el equipo no jugó a absolutamente nada ( ante Equidad nos podíamos quedar uno o dos días y no les hacíamos un gol) y ante el Chicó Lillo decidió improvisar la nómina y terminó perdiendo una vez más.
En resumen en cuanto a resultados tenemos el siguiente panorama: El equipo marcha hoy sexto en la tabla con 15 puntos, dos menos que en esta misma fecha del primer torneo del 2013, cuando después de ganar el clásico en esa oportunidad el equipo llegara a 17 puntos, puntaje similar que el equipo logró durante el último torneo en esta misma fecha (16 si no recuerdo mal).
De modo que con todo y la irregularidad el equipo tiene un puntaje similar a los conseguidos en el 2013 cuando en ambos torneos se clasificó a las finales, teniendo en cuenta que este torneo tendrá el sistema de Play Offs, con enfrentamientos directos, como en el 2011, sistema que por lo mostrado por Lillo puede que beneficie o no al equipo dependiendo del rival, pero bueno, no me quiero anticipar a las cosas, este Millonarios 2014 me ha demostrado que todo se puede, es posible ganarle con autoridad y superioridad al bicampeón del fútbol colombiano y 3 partidos después irnos perdiendo 2 a cero en el primer tiempo ante el Huila.
9 fechas del torneo considero que da una idea de a qué va a jugar este equipo y empezar a vislumbrar realmente nosotros como hinchas qué podemos esperar. Desde la parte deportiva y táctica el equipo funciona con un esquema tentativamente definido: jugando con 3 defensas en el fondo, 2 carrileros, que cuando el equipo ataca pasan a ser mediocampistas y sin balón juegan en la línea defensiva formando una estructura de 5 en el fondo. En media cancha existen dos variantes un módulo con 2 volantes mixtos (puede ser uno de recuperación y uno mixto dependiendo del rival) y un enganche definido con Mayer Cándelo, acompañado de Ómar Vásquez más adelantando y con Dayro como único delantero.
Esto ha llevado a que el equipo por su tipo de jugadores tenga un juego por los costados muy interesante manteniendo un alto grado de recuperación, puesto que Vargas y Robayo son jugadores mixtos que quitan el balón y también saben distribuirlo. Este módulo se favorece mucho por jugadores como Dayro Moreno, que sabe centrar muy bien y que por los costados desequilibra (3 pase gol hasta el momento: a Omar Vasquez dos ante Nacional y Santa Fe y a Cadavid uno en el clásico que el azul ganó 0-1).
Este módulo ofensivo ha llevado a que el equipo abra el campo, aproveche sus hombres y cuando ataca tenga un importante volumen ofensivo. Por otra parte en la zona defensiva, el equipo tiene momentos en que se ve muy frágil, ya que por el volumen ofensivo juega con un mínimo margen de error y los cierres tienen que ser muy acertados, porque ante la mínima ventaja el equipo deja mucho espacio. Esto fue más que evidente ante Equidad, Huila, Once Caldas e inclusive en el empate transitorio de los rojos ayer, donde el equipo por estar atacando deja a defensores mano a mano con los rivales, con mucho espacio de por medio. Esta situación ha llevado a que al equipo lo contragolpeen muy fácil y le marquen en momentos inesperados.
De modo que este tipo de formaciones y estilo de juego hacen que se vea lo que ha pasado en las últimas fechas, el equipo juega bien ante equipos que le dan más espacio, pero le cuesta mucho trabajo ante los equipos que le juegan al contragolpe. En este tema Lillo tendrá que hacer modificaciones, deberá jugar de una manera diferente ante equipos que se encierran atrás y pensar en módulos más conservadores, que no expongan tanto ante el rival, ya que no ha logrado ganar de local ni un solo partido que no sea clásico.
En cuanto a los clásicos y puntualmente al de ayer, el equipo tuvo un muy buen primer tiempo, tuvo 3 opciones claras de gol y debió irse al descanso con una mayor ventaja. Luego en la segunda mitad salió con otra mentalidad y tuvo un irregular juego, que se pudo desequilibrar gracias a Dios por el gran Lucho Delgado, pero que de no ser por esto, habría sido un pálido empate. Millonarios, en mi opinión jugó dos tiempos diametralmente opuestos, uno muy bien y otro muy regular, donde nos salvó el bumangués.
Destacable la fiesta que se vivió en la tribuna, con una estadio a reventar y que a pesar de la hora y la lluvia contó con un margen espectacular y con una hinchada que cada vez demuestra más porque es la llamada más grande de Colombia.
Les dejo la salida del equipo y los goles, en una semana teñida de azul y que desde el 2012 no vivíamos la alegría de ganar los dos clásicos, ese año el equipo salió campeón, esperemos esto sea un buen augurio.
PD: Horrible lo de Adrián Vélez, pésimo arbitraje, como hace mucho no veíamos en un clásico, menos mal con todo y su mal desempeño el equipo logró salir adelante.
Un saludo a la inmensa familia embajadora
Grandes Muchos. Gigante Sólo Uno.
Lo Digo con Orgullo de Millos Nada Más!
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