En el fútbol como en otros deportes se dan casos de jugadores que crecen muy rápido, futbolísticamente hablando, en sus primeros años en la élite, pero que después frenan su progresión en seco. Las ilusiones puestas en ellos se desvanecen y muchos pasan a ocupar la larga lista de eternas promesas del fútbol mundial. Factores como lesiones de importancia, no saber adaptarse a una nueva liga o una mala gestión de la carrera profesional, hacen que muchos futbolistas pasen a un segundo plano una vez alcanzan el éxito, un éxito muy efímero.
En este post se recopilan algunos jugadores mundiales que apuntaban para estrellas de la pelota, pero que sin embargo por diversos motivos no supieron mantenerse en la élite y al máximo nivel. Echa un vistazo a la lista porque seguramente recordarás a muchos de ellos:
Bojan Krkic
Bojan Krick es una de las promesas del fútbol español que con el paso de las temporadas ha ido a menos. El delantero con tan sólo 16 años ya veía puerta con el primer equipo del FC Barcelona en la Liga de la Primera División Española. De la mano del por aquel entonces técnico azulgrana, Rijkaard, el joven atacante tuvo una irrupción bestial en el fútbol de élite, formando en la delantera de aquel Barça que ganó Ligas y Champions. En total, disputó 163 partidos oficiales con el primer equipo, desde que dejó el equipo filial para jugar con los mayores.
Con la llegada de Guardiola, el jugador de origen serbio empezó a contar con menos minutos en su haber y finalmente decidió probar suerte en la liga de Italia, en concreto en la Roma. Milan, Ajax, Stoke, Maink 05 y por último el Deportivo Alavés han sido los clubes que han contado con Bojan en su plantilla. En ninguno de ellos consiguió despuntar como sí lo hizo cuando todavía era menos de edad en el Barcelona. Una promesa que no terminó de cuajar.
Pedro Munitis
El jugador cántabro llegó al Real Madrid tras una gran temporada de exhibiciones con el Racing de Santander. Llegó a la capital de España en la temporada 2000. Terminó por vestir la casaca blanca durante 2 cursos, aunque nunca fue un fijo en las alineaciones. El Estadio Santiago Bernabéu pesó demasiado al habilidoso atacante que, por el contrario, figura como uno de los de los jugadores más importantes que han vestido la camiseta del Racing de Santander.
Pedro León
Pedro León es un jugador que llega al Real Madrid en la temporada 2010-11, la primera de Mourinho en el Real Madrid. El jugador murciano venía de destacar en sus anteriores clubes como Real Valladolid y Getafe. Jugador de mucha calidad y con un golpeo exquisito. Sus cualidades llamaron la atención de los grandes. Sin embargo, su mala relación con el entrenador portugués le impidió demostrar su nivel en el Bernabéu y tan solo tardó una temporada en hacer las maletas con rumbo al Getafe.
Sergio Canales
Mediapunta de muchísima calidad que deslumbró al panorama nacional en su primera temporada con el Racing de Santander cuando tenía 17 años. Actuaciones de mucho valor y goles en campos importantes propiciaron que el Real Madrid pusiera los ojos en el joven jugador cántabro.
Tras fichar por el Real Madrid de Mourinho, tan solo militó una temporada en el club blanco. La temporada siguiente se marchó cedido a otro gran club como el Valencia. Sin embargo, el 23 de octubre de 2011 significó un antes y un después en la carrera deportiva de Canales. Una rotura del ligamento cruzado anterior de la rodilla derecha frente al Athletic Club le apartaría una larga temporada de los terrenos de juego. Por medio, algunas recaídas y fichajes por clubes de nivel en España pero de un estatus inferior a Madrid o Barcelona. Un jugador muy talentoso pero de igual manera muy perjudicado por lesiones de gravedad.
Royston Drenthe
Royston Drenthe es uno de esos casos de jugadores jóvenes que llegan a un gran club y no consiguen dar la talla. El joven jugador holandés recaló en la plantilla del Real Madrid en 2007 como un futbolista de mucho futuro pero que a las primeras de cambio vio como su carrera iría de más a menos.
Su rapidez y desborde por banda izquierda llamaron la atención del club blanco que lo ficharía por una cantidad de 14 millones de euros. Su llegada causó gran expectación en la afición e incluso el propio presidente del Madrid por aquel entonces, Ramón Calderón, veía en él una futura estrella mundial. Tras un nivel más bajo de lo esperado, el Bernabéu la tomó con el jugador hasta el punto que el holandés pidió no jugar como titular en los partidos de casa.
El extremo militó posteriormente en Hércules y Everton, entre otros. Y en todas sus etapas tuvo un denominador común: peleas con los técnicos, multas por indisciplina, etc. Un jugador que no pasaba desapercibido tanto dentro como fuera del terreno de juego.