Comienza otra Liga en la que viviremos la enésima disputa por la cima entre Messi y Cristiano. Sin embargo, somos pocos los que soñamos que por fin se acabe un mundo hecho para dos.
En las promociones que hace DIRECTV sobre cuál es la mejor liga del Mundo entre la española y la inglesa, el contraste es evidente: mientras que del fútbol inglés se emiten imágenes en las que participan jugadores de cinco equipos diferentes, de la liga sólo podemos ver a Messi, Cristiano Ronaldo y Neymar. Barcelona y Madrid. Y lo que es peor: Barcelona o Madrid. Sin más alternativas
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Toca remitirse a 9 años atrás para encontrar un ganador diferente a los dos grandes colosos del fútbol español: el Valencia de ‘Rafa’ Benítez. Desde entonces las últimas ligas 9 han sido ganadas por Barcelona o el Madrid y salvo el segundo puesto del Villarreal en el 2008, los dos primeros lugares han sido ocupados sólo por ellos. Pero ese no es el peor dato. Desde 1984, sólo 4 equipos diferentes a Barcelona y el Madrid han ganado la liga: Atlético de Madrid (1995-96), Valencia (2001-02), (2003-04) y Deportivo de la Coruña (1999-2000).
Si bien este mundo bipolar no es nuevo, mi generación (los mayores de 30 años) pudo gozar del Atlético de Simeone, del Sevilla de Suker, del Deportivo de Bebeto, del Betis de Denilson y del Valencia de Mendieta y ‘Piojo’ López. Sin embargo, lo que hemos visto en los últimos años es infame: para dar un ejemplo, el gran Atlético de Falcao y Simeone acaba de lograr la mejor puntuación de un tercero en la historia de la Liga (76 puntos), pero quedó a 24 del primero, el Barcelona (100 puntos).
Es tan evidente la supremacía que Wikipedia en su página sobre la liga española afirma que es la liga más predecible del mundo junto a la escocesa. Un ganador nato cómo Diego Simeone afirma que ganar la liga ahora es más difícil que en el 96 (cuando era jugador) y que la realidad de su equipo es aspirar a entrar a la Champions para ganar los 20 millones que se le da a cada equipo por participar. Por otro lado, el diario deportivo de Valencia, Superdeporte, afirma que los objetivos del club «ché» son ganar la Europa League y la Copa del Rey. Una realidad que asumen con resignación.
Esto no significa que en los últimos años no han aparecido equipos notables: el Athletic de Bielsa, el Atlético de Falcao, el Málaga y el Villarreal de Pellegrini y la Real Sociedad del año pasado. Sin embargo, sus logros quedan minimizados ante los 50 goles de Messi en una temporada y a los 100 puntos del Madrid de Mourinho y el Barcelona de Tito Vilanova. Es tanta la superioridad que el Madrid es capaz de arrancar un campeonato goleando 6 a 1 de visitante y el Barcelona de ganar 18 de 19 partidos en una rueda.
El mundo asiste a una era histórica de una disputa centenaria, en la que Madrid hoy representa a la España «hegemónica» y el contragolpe y el Barcelona la Catalunya independista, y el fútbol lírico. Sin embargo, los otros 18 equipos los miran consolándose con ganar una Copa del Rey que no lleva a Champions. Parece una competencia de Carlos Slim y Bill Gates por ser los más ricos del mundo contra los dueños de una verdulería y una carnicería.
Hay que aceptar que el Barcelona y el Madrid están donde están porque se lo han ganado a punta de títulos, prestigio y buenos jugadores. Sin embargo no pueden recibir ellos la mitad de los derechos de televisión y dejar para los otros 18, la otra mitad. Actualmente, el Real Madrid y el Barcelona, reciben cada uno, 150 millones de euros (el doble del United y 5 veces más que el Bayern Múnich), mientras que el Atlético y Valencia apenas llegan a los 40. Eso sin indicar, que a diferencia de Inglaterra los horarios de los partidos no se conocen de antemano y se juega a cualquier hora.
El campeón del mundo de 1974, el alemán Rainer Bonhof dice que es infame un reparto de televisión así. «En mi país los clubes grandes aceptaron que sin los demás no pueden jugar en la liga, tienen que apoyar un poco a los demás, hay que dejarlos vivir». Sin embargo, para esta temporada el panorama en España pinta peor: los clubes para sobrevivir tuvieron que vender sus grandes figuras. Por eso esta temporada veremos una liga con Neymar en el Barcelona y Bale e Isco en el Madrid, pero sin Falcao, Roberto Soldado, Fernando Llorente, Jesús Navas, Javier Saviola y Álvaro Negredo.
Esa falta de competitividad la terminan pagando los dos grandes en escenarios de mayor renombre. Al competir entre sí, pocos equipos españoles prueban su potencial. Se parecen al Celtic de Glasgow, que no tiene rival en su liga pero sucumbe en primera o segunda ronda de torneos europeos ante rivales de mayor renombre. Ya son dos Champions en la que Messi pasa desapercibido en semifinales y cuatro en las que Cristiano no juega una final que corte la racha de 12 años sin títulos para los blancos. Quizá sea el castigo divino ante tanta superioridad de quienes han terminado sólo siendo cabeza de ratón.