Foto (Marcela Mendez -MiSantaFe.Net)
34.000 almas llenas de ilusiones, llenas de ganas de desahogar ese grito que hemos tenido represado durante 37 años salimos del Campín más ilusionados que nunca porque tenemos un equipo que está comprometido, plagado de garra, unido y que cada vez juega mejor para lograr ese segundo objetivo que es llegar a la final después de siete años.
La maldición se puede acabar, Bogotá otra vez puede tener un equipo en la final y tenemos todo para volver a llorar de la felicidad, pero aún no hemos logrado nada, aunque solo tengamos que conseguir un punto en dos partidos. Y es que la ilusión es tan inmensa que no sé si mi corazón resista un dolor más como contra Tolima o contra Once Caldas. Esta vez le imploro al cielo que no haya ‘Wilder Medinas’ ni ‘Pajoys’ que nos destruyan la ilusión.
Hay que soñar porque tenemos un equipo lleno de jerarquía, lleno de jugadores con alma santafereña, porque tenemos un grupo de jugadores y cuerpo técnico que quieren a Santa Fe y saben de lo que es este equipo y de todo lo que representa para nosotros los hinchas, no como mercenarios de años atrás. Soñemos con este equipo porque tenemos un crack como Omar Pérez y tener a ese señor jugador es un lujo. Soñemos porque tenemos a un guerrero como Bedoya que pareciese que tuviera impregnada la sangre cardenal desde que nació.
Además las variantes tácticas que ha hecho Wilson Gutiérrez nos dan todos los argumentos para soñar. Si no está Anchico, esta Arias que responde igual, si no está Copete entra Mario Gómez que puede desequilibrar igual que él. Sencillamente Wilson parece que tuviera 20 años de experiencia en un banco técnico y con planteamientos modernos como terminar jugando sin delanteros nos tiene a un pie de la final. Ayer contra un equipo repleto de leñadores ‘rompe piernas’ el DT planteó un partido inteligentísimo.
Ayer en el Campín el ambiente era increíble, una hinchada que alentó sin parar desde el minuto 1 hasta el minuto 95 y que recibió al equipo en un verdadero carnaval. Ver a tres generaciones llenas de sueños celebrar los goles de Bedoya (un gol tan sufrido como la misma historia santafereña) y de Omar no tiene precio.
Aún falta un pequeño pasito para llegar a la final, contra Equidad tenemos que volver a dejarlo todo, tenemos que llenar otra vez el estadio y dejar la garganta en el Nemesio. Si Santa Fe empata estamos adentro y solo quedaría el último gran objetivo que es ganar la final para volver a soñar con la séptima, un sueño que lo estamos soñando desde ya, porque los santafereños a diferencia de los demás, -y como lo decía ese ‘trapo’ en el techo de ‘La Guardia albiroja’- soñamos más fuerte, con todas nuestras fuerzas.
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Última cardenal (1): las boletas para el jueves ante Equidad estarán a la venta desde mañana en todos los expendios tradicionales. Vamos todos en búsqueda del sueño y llenemos otra vez el estadio. Todo estará servido para ver el jueves a Santa Fe en la final.
AGUANTE CARDENAL
AC