Cuando las cosas se hacen con el corazón, funcionan; cuando un futbolista utiliza toda su testosterona y juega con el alma, siempre va ganar; cuando se respeta un escudo y se juega por el a muerte, los resultados siempre van a ser positivos. Todo eso lo demostró ayer Santa Fe en un partido que era tranquilo, fácil y daba para una humillada histórica al equipo azul, pero que sin embargo, terminó siendo fiel a nuestra historia ¡Sufrido!
Vamos por partes: antes del partido, Santa Fe llegaba en una crisis profunda de gol, los delanteros no estaban finos y tal era la situación que el boliviano aparecía para jugar su primer partido como titular. Pero contrario a esto, a los 50 minutos del partido la cuenta ya era 4-0, Santa Fe era el dueño y el equipo azul solo miraba ver jugar al rojo con 20.000 hinchas que parecían estatuas de lo fríos que estaban. Gol tras gol la fiesta era de Santa Fe.
La otra parte y que al final poco nos importó fue la confianza que se tomó Santa Fe luego de estar arriba por cuatro goles. El vecino metió a Osorio Botello y Wilson hizo un cambio tratando de tapar las bandas que no funcionó y faltando 15 minutos el partido ya iba 4-3. El ‘expreso’ lucía perdido y solo el aliento de los pocos ‘cardenales’ hacía recuperar el ánimo del equipo. El sufrimiento se hacía evidente y al minuto 90 Camilo se puso la capa de héroe una vez más en clásicos y salvó lo que era el empate.
Pero la verdad, no quiero hablar de esa segunda parte aunque hay que trabajarla y mirarla a fondo. Me quiero quedar con ese Santa Fe ordenado, con toque de primera, con los laterales inspirados, con ese Camilo gigante que cuando tuvo que actuar lo hizo bien. Me quiero quedar con ese Copete inspirado, habilidoso y ayer goleador.
Alguien que quiero destacar aparte y darle un párrafo especial es al 10, a Omar Sebastián Pérez. El argentino volvió a ser el crack que no se equivoca en un pase, que deja a los delanteros solos en posición de gol y le regaló a la hinchada un verdadero GO-LA-ZO para enmarcar la noche. El de Santiago del Estero volvió a ser esa pieza mágica y vital para que Santa Fe saque adelante partidos importantes y ayer fue un ejemplo de eso ¡Gigante Omar!
Y no solo él, la mayoría de los jugadores antes del 4-0, estuvieron precisos: Camilo en lo suyo, Checho y Acosta saliendo y juiciosos en marca. Quiñonez más rápido y preciso que Centurión. Torres le sirvió a Omar el tercer gol y borró a Bedoya. Los delanteros por su parte, estuvieron efectivos. Algo quedó claro y es que tanto ‘cabeza de motor’ como el joven Quiñonez deben quedarse titulares. Ya no aguantamos una irresponsabilidad más de Bedoya y el de la casa lo está haciendo bien.
Al final, todos los jugadores, el DT y hasta Agustín Julio salieron a celebrar con los 4.000 héroes que estábamos en el estadio, que pagamos una boleta carísima, que tuvimos que ir hasta Techo para comprarla. Todos los Leones en un gesto increíble salieron saltando a regalar la camiseta a los hinchas, a esos héroes.
Si bien Millonarios era el local y eran más, los muchachos de La Guardia, los hinchas en occidental y oriental nunca dejaron de cantar, de alentar y de apoyar más que la mayoría azul fría y tibia. Ayer la noche fue toda de Santa Fe y quedo claro que Bogotá solo es roja.
Abrazos para todos los hinchas del ‘expreso’.
AGUANTE CARDENAL
AC
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