Gracias a Santafé, hoy estamos octavos (por diferencia de gol) y dependemos de nosotros mismos para clasificarnos a las semifinales. El triunfo del sábado, aunque suene amplio (3-1), fue sufrido, inclusive en su definición cuando Morel repitió un penal que le habían atajado en el último minuto.

El encuetro fue muy bueno para nosotros en el primer tiempo a pesar de que arrancamos perdiendo. La reacción fue rápida y se dio vuelta al partido. Si bien en el segundo tiempo perdimos el control del balón, las opciones más peligrosas fueron nuestras.
Morel está enorme. Aunque se lo resistía mucho en un comienzo, el argentino logró responder a las críticas y con 9 goles es nuestro máximo artillero, nos tiene entre los ocho y en la final de la Copa Postobón. Sus dos goles lo hacen figura del partido, sin embargo hay que destacar la labor de Elkin Calle quien se desquitó de su error en el gol del Cartagena y marcó el 2-1.
Ahora tenemos un bonito dilema. Jugamos el miércoles la ida de una final, pero tenemos también tres ‘finales’ de la Liga. Toca ir por todo. No queda más. Será duro, sí, pero estábamos casi muertos hace un mes y ahora nos temen. Nuestros rivales en la Liga no son directos(Envigado y Pereira, que son peligrosos por su puesto en la promoción) mientras los que nos siguen se van a matar entre ellos la próxima fecha (América-Cúcuta y Equidad-Millonarios), quitándose puntos vitales. Lo ideal sería un empate entre rojos y fronterizos y un triunfo de Equidad, claro, ganándole nosotros a Envigado.
Si ganamos lo que nos queda, estamos en los ocho. Son tres partidos, 9 puntos indispensables y la posibilidad de ir por la novena estrella en el escudo. Por ahora, debemos  estar pendientes del miércoles en Itagüi. ¿Doble corona?, uno nunca sabe….