No, no es 31 de diciembre pero para el Cali el año va a terminar. Estamos eliminados, sí. Matemáticamente aún queda una REMOTA posibilidad pero…nada, acá no pasa nada, o mejor, pasa mucho. Parecíamos un enfermo terminal. Todos sabíamos que estábamos muertos en vida, que teníamos un respirador artificial que nos mantenía ahí, expectantes, vivos aunque muertos. El equipo mentalmente más frágil que he visto en mucho tiempo fue este Cali. No jugábamos a nada, esa es la triste verdad. Queda como constancia que hace ya varias entradas daba como un hecho la eliminación, que lo del partido contra Pasto no fue más que un ‘pajazo mental’ y un regalo del ‘paquetón’ arquero Meza, y pare de contar.
Cuatro años con una final como mejor resultado. Con dos eliminaciones de la Copa Sudamericana y con la peor campaña en Copa Libertadores del equipo en la historia (en el 2006, 1 punto de 18 posibles). ‘Grandiosos’ refuerzos como Mariño, Martín Asencio, Cornejo, Herrón, Chará, Espínola, Luis O. Valencia, entre otros…
Pasaron por Pance como DT’s: Pedro Sarmiento, licenciado tras ser campeón y subcampeón; Omar Labruna, técnico alfabeto, pasaba los equipos de la A a la B en la argentina; Néstor Otero, traído para rematar la pésima campaña del argentino que dejó al Cali por primera vez fuera de un cuadrangular en el 2007, en el segundo semestre; Daniel Carreño, sacado después de hacer unos cuadrangulares de pena; Ricardo Martínez, exitoso director de las inferiores quemado por quienes lo pusieron a cargo del equipo profesional en solo un semestre y el Cheché, que resultó ser un dicharachero y demostró que en el 98 y 99 era tan pero tan bueno el equipo que cualquiera hubiera sido el técnico lo sacaba campeón. Además, como me dijo un periodista de un importante medio caleño, «el Cheché cogió el equipo armado por Reinaldo Rueda y no le tocó hacer nada, solo salir campeón», hoy Rueda demostró que es un técnico de verdad, que con Colombia hizo 25 puntos después de que le dieron a un equipo con sólo un punto de 12 posibles, pero aún así lo echaron y hoy él está con Honduras en el Mundial y nosotros, como dice Maradona, «mamando», ¡ah!, y disque Cheché se retira del fútbol, en uno o dos semestres termina dirigiendo otro equipo por ahí, ya lo verán.
¿Balance?, aún no, tenemos como cuatro meses para hacerlo porque quedamos eliminados entonces si se hace ya no habrá más sobre qué escribir, o sí, se vienen las elecciones y tocará dedicarse a eso y olvidarnos que somos un equipo de fútbol, porque eso en el Cali hace mucho rato que no se ve. Ya nadie nos respeta en el Pascual, antes un empate era un resultado preciado para cualquier rival que pisaba nuestra cancha pero ahora es perder dos puntos para ellos. Deberían darle el equipo a alguno de los que manejan las divisiones inferiores y darle la oportunidad a los ‘pelaos’ así a los poquitos hinchas en el estadio les toque alentar como lo hacen en la Argentina gritando, «¡vamos los pibes vamos!». Pero acá ya la vergüenza se perdió.
No creo que nadie en la junta haya tenido malas intenciones, pero se cometieron errores por desconocimiento que llevaron al Cali a tocar fondo. Seguro que todos los que se metieron a eso del fútbol lo hicieron de buena fe, como hinchas, pero a la hora de manejar un equipo de fútbol es necesario saber de fútbol. Por eso me da miedo el señor Roa con su discurso de hincha desesperado desde hace tanto, porque ya aprendimos que una cosa es que a uno le guste escuchar salsa y otra muy distinta dirigir una orquesta, porque si uno no sabe de música, se le desafina y descoordina la misma, y eso pasó acá: los directivos amaban al Cali pero de fútbol y manejo de un equipo, nada. Pero esto lo digo porque he escuchado versiones que afirman que los de la actual junta querían comisiones y todo eso se me hace ridículo, pues acá primó el desconocimiento y no nos digamos mentiras, estas personas son reconocidos empresarios del Valle que por amor al equipo se metieron ahí y la c…….embarraron, y feo, pero seguro no se metieron para lucrarse ni ‘cometear’, antes creo que se tiraron sus vidas con tanto sufrimiento. Esto no les quita responsabilidad en lo más mínimo de lo que ha pasado con el Cali, pero uno no puede barrer con la honra de la gente guiado por las pasiones. Se debe criticar y condenar lo antes mencionado pero no es hora de empezar a armar escándalos ahora de robos, internas, etc., cuando lo que en verdad pasó fue que se cometió cagada tras cagada, perdón por la expresión, desde el presidente hasta el aguatero, a quien por una brillante decisión del Cheché también echaron, pobre Jason, je, ¡bonita forma de ‘limpiar’ un equipo!…