La dignidad es uno de los valores que cada día se pierden más y más rápidamente. Muchas veces, personajes se aferran a sus puestos a pesar de que alrededor de ellos se tejan escándalos, los resultados sean nefastos o la gente afectada directamente por el desempeño de sus labores esté desesperada. Ya el contrato de Cheché vence en diciembre, si no renuncia por devengar estos tres meses me parecería nefasto y creería que el Cheché no tiene orgullo u honor, algo que para mí no es cierto, pero con los resultados que se le han dado aún sigo sin entender por qué se aferra a su puesto si hace ya algunos meses debió dar un paso al costado .

Seguir escribiendo de lo que es Pablo Escobar marcando sería aburrir a cualquier lector y no habría más que copiar y pegar cualquier comentario de cualquier partido del Cali en este semestre, porque hemos sido constantes y hemos encontrado un gran ritmo, para cometer los mismos errores, claro está. Ya creo que se tocó fondo.

Llevamos 5 partidos sin ganar, tan sólo hemos hecho un punto de los últimos 15 y el equipo juega cada día peor. Un amigo que estuvo en Cúcuta en aquel empate me contó, aterrado, cómo el Cheché metía volantes de marca para cuidar el empate frente a un equipo que tenía uno menos y no tenía cómo atacar, por ejemplo. En Manizales Pablo Escobar se vio comprometido en los dos goles, y los ‘highlights’ del encuentro muestran a Sergio Herrera comiéndose goles, y hablaba de Bonilla en la entrada anterior…(Parra Cadena es mejor que Herrera,  cada que entra genera más peligro y es más técnico).

Tenemos 15 puntos y quedan 15 por disputarse. De cumplirse la media que ha imperado en los torneos anteriores para clasificarse, serían necesarios 27 puntos para entrar al cuadrangular, por lo que de 15 posibles tendríamos que hacer 12, un rendimiento del 80% en lo que resta de la fase regular. Quedan tres partidos en Casa y dos por fuera (Pasto, Huila y Chicó en casa y Cartagena y Santafé de visitantes). La situación no está clara.
  

Creo que estos números son más que suficientes como para entender que el técnico debería renunciar. Ya fracasó en la Copa Nissan, en la Copa Colombia y lo que ha hecho en la Mustang II es más que vergonzoso. La gente no quiere saber nada del Cheché, quien no hace más que culpar a sus jugadores y no asume sus culpas. Hacía mucho que no veía un técnico que era capaz de culpar a sus jugadores en los micrófonos de perder un partido (lo hizo hace algún tiempo con el nefasto Escobar) pero peor aún es la incoherencia del mismo DT de seguirlo poniendo a pesar de considerarlo el culpable de los goles que le hacen.

Son las 11 p.m y creí que escribiría esta entrada opinando sobre el futuro del Cali sin el Cheché porque creía que tenía honor y daría un paso al costado, pero no fue así. Si yo fuera directivo despediría al DT y dejaría alguien interino, depurando la nómina y abonaría el camino para que el comité entrante pueda hacer su trabajo de forma más fácil y que la gente pueda pensar en el proyecto que más les convenza empezando desde cero. No quiero ser pesimista pero, no merecemos entrar y si mantenemos nuestro rendimiento, estamos afuera (es difícil pasar una materia cuando se necesita casi que un 5 en el parcial final si solo se han sacado notas por debajo de 3).