Qué partido más extraño. Un rival muy serio tuvo el Cali en el Pascual el día domingo, pues la Equidad tiene oficio, maneja bien sus lineas y Stalin Motta es un jugadorazo, un ‘crack’. El Cali fue superado, en mi concepto, ampliamente por el cuadro asegurador, y no mereció ganar el partido, aunque me duela aceptarlo y reconocer la justicia del marcador.

El gol que le anularon a la Equidad en el primer tiempo era un claro presagio de lo que iba a suceder, pues el conjunto capitalino daba muestras de ser superior a nosotros. Pero la expulsión de Polo en los últimos minutos del primer tiempo daba a entender que las cosas mejorarían para el Cali en la parte complementaria.

Corrían 50 segundos cuando Batalla, ya amonestado, hizo una falta infantil y salió expulsado, lo que volvía a equilibrar el juego. No contentos con esto, el señor Pablo Escobar también saltó mal y sujetó a un jugador de la Equidad para ver la segunda amarilla y dejar a su equipo con 9 hombres en el campo. Al minuto de esta expulsión equidad marcó el 0-1.

A punta de berraquera el Cali empezó a llegar al arco rival, igualó y luego marcó un golazo para ponerse 2-1. Los jugadores se relajaron y creyeron que habían ganado. Faltaban 5 minutos.

Pero un ‘Carpintero’ nos martilló las ilusiones y nos clavó los pies en la tierra. Wilson Carpintero empató y puso el lapidario 2-3 en el Pascual.

El equipo verde había  logrado remontar un partido durisimo y se lo dejo quitar de forma ridícula. Qué rabia, y no en vano el énfasis del Cheché en darle CARÁCTER al equipo, pues le falta mucho. A Carrillo se le quiere, gusta su juego pero le falta mejorar. Razón tiene Hernández al pedirle más peso y carácter también a este delantero para que deje de tirarse y de perder bolas tan bobas como la que le dio el triunfo al cuadro asegurador ayer profanando nuestro templo.