Tuve la oportunidad de ver el partido en la cancha de Techo, que parece más bien una cancha de colegio, aunque ya empezaron a construir un estadio más grande porque La Equidad es, hoy por hoy, el equipo más grande de Bogotá. Del partido les puedo decir que Martínez se metió atrás. Montó dos líneas de cuatro y aguantó el 0-0. Pero como bien dice ese viejo dicho del fútbol, el que juega a empatar, pierde.
La presentación de Herrera fue muy mala, y la gran cantidad de hinchas que acompañó al equipo y no paró de alentar un solo minuto, pidió a gritos el ingreso de Carrillo desde el primer tiempo, pero como es costumbre en el Cali, salió Córdoba quien era el único que lograba inquietar a la defensa bogotana en vez de Herrera.
Era tan notorio que el Cali se había conformado con el marcador, que previo al gol Equidad tuvo dos claras opciones de anotar, pero Ramírez estuvo muy seguro. Otro punto clave fue que las ausencias de John K. Hurtado, de Danny Aguilar y del goleador Freddy Montero mermaron mucho al equipo. Creo que fue un error ensillar la bestia sin tenerla al hacer que los jugadores buscaran la quinta amarilla, pero afortunadamente los ahorros eran suficientes y nos permitieron clasificar.
Ahora estamos dentro de los ocho, y honestamente creo que no hay favoritos, porque en este campeonato ha quedado demostrado que cualquiera le puede ganar a cualquiera y que el que entra raspando puede dar la sorpresa. De alguna forma, entrar raspando puede quitarle algo de presión al grupo porque todos le apuntan a otros elencos, mientras nosotros con bajo perfil podemos aguarle la fiesta a más de uno.
Creo que a pesar del bajón en las últimas fechas, el Cali ha tenido partidos muy importantes. Ojalá el próximo domingo le demos una buena inauguración forzosa a nuestro gran estadio con un triunfo vital en la primera fecha de los cuadrangulares.
Ya la fase regular queda atrás, lo importante es lo que viene, y la verdad, no me atrevo a dar favoritos porque como ya lo dije, tendremos una final con pronóstico reservado.
Vamos Cali, queremos el Pachito Eché sonando por todas las calles de la capital vallecaucana en diciembre.