Luego de un primer tiempo impecable tácticamente hablando a pesar de la falta de definición, el infortunio se apareció en forma de un penalti muy bien ejecutado en la adición de los primeros 45 minutos además de la discutida expulsión del goleador Miguel Ángel Borja iniciando la parte complementaria y la salida de Alejandro Guerra por lesión (si esto no le causa esa horrible sensación de impotencia y ansiedad a un hincha es porque tiene un bloque de hielo en vez de corazón). A pesar de esto, Atlético Nacional remó contra la corriente, aguantó, sacrificó el buen fútbol y demostró su jerarquía al empatar finalizando el compromiso.

El partido comenzó con un Cerro Porteño volcado al ataque en los primeros minutos, tratando de explotar el costado izquierdo con su gran figura Cecilio Domínguez juntándose con sus compañeros Josué Colman y Jorge González, a lo que la saga verdolaga respondió positivamente con un Matheus Uribe demostrando esa entrega que cualquier aficionado exigiría acompañado de Felipe Aguilar, quien se portó a la altura y lograron anular la oleada del popular Ciclón del Barrio Obrero, que no representó mayor peligro en el último cuarto de la cancha.

La reacción de Nacional no se hizo esperar, pues a eso del minuto 17 comenzó a controlar el balón, con Alejandro Guerra como el eje fundamental del medio campo y ratificando su condición de crack, ayudando en la recuperación, tocando, asociándose con los que saben y generando fútbol. En el 22’  el «Lobito» tiró un cambio de frente de derecha a izquierda, para que Ibargüen triangulara con Berrio y dejaran a Borja en posición de remate, pero el balón salió rosando el palo y Nacional se perdía su más clara chance.

El fútbol siguió fluyendo y Nacional se hacía dueño del balón con una posesión del 55% y mostraba ese juego que el continente ya conoce, con buenas transiciones de defensa ataque, pases certeros, cambios de frente e inclusive, jugadas individuales de Alejandro Guerra y Andrés Ibargüen pero ninguno pudo abrir el marcador.

Finalizando el primer tiempo una pérdida de balón en el medio campo provocó una llegada por el costado derecho y tras un centro al área Macnelly Torres derribó a Cecilio Domínguez donde no debía y el central Néstor Pitana decretó penalti, no hubo tiempo para la discusión, el mismo Domínguez picó el balón e infló la red. Casi lo ataja Armani, que adivinó la dirección pero se recostó más al palo y no llegó a tiempo. Cerro Porteño se iba al descanso con un gol que no merecía.

Macnelly Torres (Nacional) disputando el balón con Álvaro Pereira (Cerro).

En el comienzo de la segunda parte, un contragolpe que parecía prometedor se cortó en el costado izquierdo cuando Cecilio Domínguez agarra con sus brazos a Miguel Ángel Borja y le comete una falta. El 9 verdolaga reaccionó agresivamente y de inmediato recibió la tarjeta roja, exagerada para quien escribe pero de eso se hablará luego. Nacional en el peor momento se quedaba en desventaja numérica, parecía que nada podía ser peor hasta que Alejandro Guerra se lesionó disputando el balón en el medio campo.

Con la salida de Guerra y la expulsión de Borja Nacional perdió su fútbol, el Ciclón se hizo fuerte y tuvo un par de centros peligrosos además de adueñarse del balón. Sin embargo, el equipo verde no se rindió y con lo que pudo, Macnelly Torres comenzó a enviar pelotazos a sus delanteros, hasta que en el minuto 81, el recién ingresado Mosquera provocó una falta en el costado izquierdo. El pasador por excelencia del cuadro verdolaga, vestido con la camisa número 10 envió un centro al área rival y en una pifia, el otrora jugador del Inter de Milán, Álvaro Pereira (que debió ser expulsado minutos antes debido un golpe cobarde por la espalda a Orlando Berrío) cabeceó y metió el  balón en su propio arco, Anthony Silva no tuvo nada que hacer y el campeón de América logró el empate.

Conclusión:

Aunque no tuvo un partido redondo, Nacional sacó un valioso empate teniendo en cuenta la importancia del gol de visitante y lo fuerte que se hace de local. No es tiempo de triunfalismos ni de confiarse, pero el equipo ya demostró  ser el mejor anfitrión del continente, pues de 12 partidos internacionales en suelo antioqueño en 2016 ganó 11 y empató 1.

La hinchada jugará un papel fundamental, así como lo hizo en la Copa Libertadores, por eso la invitación a una fiesta digna de una semifinal de copa como ya es costumbre.

Agradecimiento total a los guerreros que lucharon los 90 minutos y sepan que esta hinchada está orgullosa de ustedes, ¡demuestren en casa por qué están en el mejor equipo de este lado del mundo!

Nota: Qué pedazo de crack es Alejandro Guerra, junto a Mezut Özil te lo voy a pedir siempre en mi XI ideal. ¡Recupérate rápido Lobito, te necesitamos!

 

Por: Carlos Daniel Osorio

Twitter: @40_daniel