El pasado domingo concluyó una semana que dejó un gran sabor en la hinchada de Atlético Nacional al clasificar a la semifinal de Copa Sudamericana y ratificar el liderato, con nómina alterna, del principal torneo del fútbol colombiano, la Liga Águila.

La semana empezó color de rosa para la institución nacionalista cuando la revista France Football nominó a su timonel Reinaldo Rueda Rivera al Balón de Oro (primer estratega colombiano en obtener esta nominación), en una lista que comprende a otros 4 directores técnicos latinos (todos ellos argentinos) y 15 europeos de la talla de Pep Guardiola, Luis Enrique y Carlo Ancelotti.

Conociendo la noticia y con la sapiencia y tranquilidad que lo caracterizan, “el Profe Rueda” concentró la nómina titular de su equipo para enfrentar los cuartos de final de la Copa Sudamericana ante Coritiba de Brasil con la ambición de  lograr su quinta clasificación a semifinales en un año y tres meses.

Una vez iniciado el compromiso, el llamado favorito al título trató de ejecutar su ya conocida propuesta de poner a circular el balón, mezclando la salida desde atrás con toques cortos con la complicidad de los volantes de primera y segunda línea y cambios de frente cruzados entre laterales y delanteros extremos, haciéndolos desbordar por las bandas y desequilibrando por el centro con las constantes llegadas provocadas por Alejandro Guerra y Miguel Borja asociados con Macnelly Torres.

Luego del susto provocado por el tremendo golazo de tiro libre ejecutado por César González, Atlético Nacional sacó su casta con un segundo tiempo mágico de Miguel Ángel Borja, quien con su Hat trick (incluido un tanto de chalaca directo a la nominación al premio Puskas) consiguió un cupo en las semifinales de la Copa Sudamericana. La parte complementaria fue un repaso táctico que el profesor Rueda le dio nuevamente al continente, demostrando buen fútbol, solidez defensiva y polifuncionalidad y armonía en sus jugadores, caso Alejandro Guerra como volante de primera línea y Matheus Uribe como lateral derecho, en reemplazo del lesionado Daniel Bocanegra. Mención de honor para Andrés Ibargüen y Diego Arias por su sacrificio y orden táctico.

Luego de este importante triunfo, el mundo verdolaga se enfocó en la preparación de la fiesta anual del hincha nacionalista que se celebraría en el partido contra Patriotas de Boyacá,  en la que Reinaldo Rueda haría las veces de protagonista y anfitrión, pero gracias a la petición de Cerro Porteño de jugar la primera semifinal de la Copa el martes 1 de noviembre el timonel del campeón de América se vio obligado a ejercer el plan B, viajando el sábado y entregándole la responsabilidad a los juveniles del equipo (algunos de ellos debutantes) de ratificar el liderazgo, clasificar a los cuartos de final de la liga y entretener los cerca de 40mil espectadores que explotarían de júbilo al recibir a su equipo.

Se llegó el domingo y tal como se pronosticó, todo fue fiesta alrededor del Coloso de la 74 desde las horas de la mañana: conciertos, torneos de fútbol sala, exhibición de camisetas, disfraces y las dos copas libertadores fueron el primer sorbo de alegría y fiesta en el décimo primer día del hincha verde. Una vez los equipos en la cancha el ya común tifo que realiza la parcial verdolaga recibió al equipo con el llamativo ¡Gracias Campeones! Los juveniles de Atlético Nacional entraron a un marco digno de una final del fútbol colombiano.

El equipo con un promedio de edad de 18 años fue efectivo y abrió muy temprano el marcador con un cabezazo impecable de Christian Moya y la reacción del cuadro boyacense no se hizo esperar, pues con un juego incisivo de Uvaldo Luna y la media distancia de Kevin Rendón consiguió rápidamente el empate.

Para la segunda parte el equipo antioqueño mejoró notablemente con la entrada  de Juan Pablo “El Indio” Ramírez quien al volver de su lesión se robó los elogios de la tarde – noche en el Atanasio Girardot con un juego inteligente y certero, habilitando a Rodin Quiñones luego de una jugada individual para que este centrara el balón y Cristian Dájome capitalizara el segundo tanto.

Nacional demostró una vez más quién es el mandamás del Fútbol Colombiano, liderando una liga que ha afrontado con su nómina alterna y clasificándose a la siguiente fase con tres partidos de anticipación, asegurando su tiquete en la semifinal de la otra mitad de la gloria y potencializando a su goleador Miguel Ángel Borja, quién llegó a 39 goles en el 2016 ocupando la cuarta casilla a nivel global, detrás de nada más y nada menos que Lionel Messi, Luis Suárez y Cristiano Ronaldo, es decir, cualquiera diría que este corpulento jugador nacido en Tierralta, Cordoba es el máximo goleador en el mundo de los mortales este año.

Por ahora, Nacional no ha llegado a su techo y su hinchada sueña con conseguir, como  mínimo, la hasta ahora esquiva Copa Sudamericana como motivación especial para el mundial de clubes que se celebrará en el mes de diciembre.

Nota: Mi más sincera felicitación al trabajo conjunto realizado por la Alcaldía de Medellín, la Policía Nacional y la Barra Los del Sur el pasado domingo al identificar, individualizar y retirar del estadio a los des adaptados sociales que intentaron aguar la fiesta pacífica de los verdaderos hinchas.

Por: Carlos Daniel Osorio (invitado)

Twitter: @40_daniel