Lo he dicho varias veces en la Furia, no
es fácil ir al Murillo Toro a ver al Deportes Tolima. Para el hincha no
es cómodo ir a ver al Vinotinto y Oro y eso explica en gran parte las
cada vez más bajas asistencias al estadio de la calle 37.

Todo empieza en la compra de la entrada
que se convirtió en una tragedia. Para todos los partidos se cambian los
precios y las boletas no llegan a los expendios a la hora que indica el
Deportes Tolima. Para partidos internacionales, por ejemplo, solo se
venden las boletas 24 horas antes.

Ya con la boleta en la mano al hincha le
toca esquivar decenas de barristas que piden monedas con tonos
intimidantes. Luego llega la entrada al estadio donde de pronto se
encuentra con un policía que no se despertó de buen genio y le decomisa
cosas como radios, ponchos o correas.

Si va a Occidental debe tener cuidado
porque de pronto le cae excremento de las palomas en su ropa. Finalmente
el hincha se sienta en su tribuna a esperar a que empiece el partido,
pero no, todavía le toca soportar un desagradable show de lambonería
protagonizado por el señor Carlos Sepúlveda.

En el momento menos esperando se lanzan
cualquier cantidad de saludos por lo parlantes ubicados en el sector
norte del Murillo Toro. El señor Sepúlveda empieza a saludar a cuanto
concejal, senador, representante, diputado, secretario, alcalde o
gobernador se acerque al estadio. Estos saludos no son exclusivos de la
clase política, también a gerentes y presidentes de empresas en su
mayoría patrocinadoras del Vinotinto y Oro.

A veces pienso que Sepúlveda está en una
competencia con Carlos Giraldo para ver quien manda más saludos en un
partido del Deportes Tolima.

Hace poco para un minuto de silencio no
hubo trompeta, entonces el señor Sepúlveda no tuvo ningún problema en
tomar el micrófono e imitar el sonido de dicho instrumento con su boca.
Una falta de respeto y vergüenza total en Ibagué.

El sonido en el estadio debe ser usado
responsablemente para dar información importante sobre evacuación en
caso de emergencia, el orden de salida cuando hay hinchada visitante,
formaciones de los equipos y cambios, etc. En Ibagué se usa para mandar
saludos de forma arrodillada y lambona. ¿Está buscando puesto Sepúlveda?

Por un sonido decente y responsable, no más Carlos Sepúlveda en el Murillo Toro.

totetolima

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