Ya nos vamos acostumbrando a que el
equipo se caiga en las finales. Es increíble lo que le pasa a este
equipo. Esta vez nos sacó Atlético Nacional y la Dimayor con sus
colaboradores Luis Sánchez y Francisco Peñuela. Cometimos varios errores
y los pagamos caro. Miremos ahora lo que se viene en la Liga Postobon
II donde el Deportes Tolima tiene la obligación de salir campeón.

Creo el error más grave fue que el
equipo se reforzó mal. Se contrataron muchos jugadores pero muy pocos
dieron la talla. Al final del campeonato nos pasó lo mismo que en el
semestre anterior, no teníamos suplentes. No había cambios.

Félix Noguera y Marlon Piedrahita fueron
los refuerzos contratados para la parte defensiva. Al samario le fue
bien y terminó cobrando los penales del equipo. El paisa Piedrahita jugó
poco pero en general no le fue bien. Su único partido bueno fue el de
vuelta ante el Atlético Nacional.

Para el mediocampo se contrataron a Rafa
Castillo y a Elkin Murillo. No hablo de Luis Closa porque los
paraguayos tienen un párrafo especial en esta entrada. Rafa no tuvo
suerte. Se lesionó cuando mejor estaba jugando. Elkin Murillo fue
titular todo el semestre y tuvo un par de partidos buenos. Se le
empiezan a notar los años porque le costaba mucho terminar los segundos
tiempos.

El Club comete un error gigante
insistiendo en traer paraguayos. Estos jugadores llegan Ibagué con
cierta resistencia por parte de la prensa y la hinchada sin siquiera
haberlos visto jugar. En los últimos años habían venido jugadores como
Leonardo Cáceres, José Benjamín Cáceres, Carlos González, Adilio Fabián
Mora, Julio César Ortellado y ninguno había mostrando un buen nivel de
fútbol. El único paraguayo que se pudo consolidar en el Vinotinto y Oro
fue el arquero Anthony Silva.

Para este semestre llegaron Roberto
Gamarra, Paulo Giménez y Luis Closa. Gamarra se lesionó y solo pudo
jugar un par de partidos. Giménez no logró anotar ni un solo gol. Luis
Closa no fue constante en su nivel, aunque alcanzó a marcar un par de
goles. Pero, en general, los tres paraguayos se rajan en el exámen.
Ninguno se ganó un puesto en la titular. Tan flojo era el nivel  de los
paraguayos que en el partido definitivo con Nacional, Closa no reemplazó
a Marrugo sino que lo hizo Bustos que acababa de salir de una lesión.

A pesar de haber convertido algunos
goles, el rendimiento de los delanteros no fue el mejor. Yo no sé a
ustedes, pero a mi me daba mucha rabia ver a un tipo irresponsable y
displicente como Danny Santoya vistiendo la camiseta Vinotinto y Oro. Un
tipo al que nunca se le vieron ganas de jugar en el Deportes Tolima.
Durante todo el semestre se comió una cantidad grosera de goles y la
respuesta del señor era reírse.

Contrario pasó con Wilmer Parra. Un
jugador muy limitado técnicamente pero que por lo menos se le notaban
ganas en los partidos. Alcanzó a marcar siete goles aunque su nivel
nunca fue el esperado por la afición.

Nos mató perder a mitad de campeonato a
jugadores tan importantes como Diego Chará y Wilder Medina. De los nueve
refuerzos solo se salvan Noguera, Murillo y Parra. Al final del
campeonato, por culpa de la mala contratación, el equipo no tenía
jugadores. Era muy difícil salir campeones con una nómina tan corta.
Miren, expulsado Marrugo y al Tolima le costó mucho crear opciones de
gol. Las pocas opciones que se crearon no se convirtieron porque no se
tenían delanteros goleadores.

No más paraguayos paquetes. No más
jugadores chupadores. Si los directivos quieren que el Tolima sea
campeón, tienen que traer jugadores con carácter. Jugadores que hayan
salido campeones, que no se arruguen en los partidos importantes y que
quieran estar en el Vinotinto y Oro.

Foto: Futbolred.com

totetolima

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