La derrota 3-1 nos pone una meta
bastante difícil para el miércoles. Sin Marrugo el Tolima es un equipo
completamente diferente. Ahora más que nunca el equipo necesita que la
hinchada responda llenando el Murillo Toro para el partido de vuelta.
Quedé con un sabor amargo después del
partido. Atlético Nacional fue inteligente y supo manejar los tiempos de
juego. El arbitro Luis Sánchez, si bien no influyó directamente en el
resultado, si tomó decisiones durante todo el partido que perjudicaron a
nuestro equipo.
El ejemplo claro de cómo las decisiones
de Sánchez fueron poco a poco perjudicando al Tolima lo encontramos en
el minuto 8 del primer tiempo. Gustavo Bolívar recibe tarjeta amarilla
por una falta normal sobre el jugador Jhon Valencia. Un minutos después
Valencia comete una falta similar a la de Bolívar pero no es amonestado.
Así fue todo el partido del arbitro Sánchez, pitando faltas
inexistentes a favor de Nacional y mostrándole amarillas a los jugadores
Pijaos.
Nacional fue mejor que el Tolima y no
necesitaba de las ayudas del arbitro. Dorlan Pabón fue el alma del
equipo verde, el tipo es un jugadorazo. Los de Hernán Torres pecaron por
sus groseros errores en defensa y por la pésima entrega de balón de
Jhon Hurtado y Bolívar.
El primer gol de Nacional fue triste. Un
central no puede hacer lo que hizo Julián Hurtado y menos teniendo al
frente a un jugador como Pabón. Ya Hurtado la había embarrado en Cúcuta.
Marrugo como siempre fue el tipo que
movió al Tolima. Murillo tuvo un partido aceptable. El juicioso Santoya
no lo hizo mal y Gamarra parecía un ente dentro del terreno de juego.
Suena feo decirlo pero la lesión de
Gamarra le sirvió al Tolima. Parra entró con más ganas y se movía mejor
para recibir los pases de Marrugo.
El segundo gol de Nacional nos llegó
como un baldado de agua fría. Los dos centrales corriendo detrás de
Pabón y este saca tremendo remate para vencer a Silva que estaba dormido
no alcanzo a llegar al balón.
Rápidamente empatamos con un gol de
Parra. El Tolima fue en busca del empate pero no lo pudo conseguir.
Santoya convirtió un gol totalmente legítimo y es la hora en que nadie
entiende porqué el arbitro Sánchez lo anuló.
Lo últimos 15 minutos del segundo tiempo
fueron todos de Nacional. Era muy difícil para el Tolima recuperar la
pelota y cuando lo hacía, la perdía en la mitad del campo. El Vinotinto y
Oro ya estaba buscando cerrar el partido e irse para Ibagué con un solo
gol en contra.
En el minuto 85 el arbitro Sánchez se
inventó una falta de costado cerca al área del Tolima. Cobra el equipo
verde y Jairo Palomino puso el 3-1. Luego del gol, el cartagenero
Cristian Marrugo es expulsado en extrañas circunstancias. Supuestamente
le reclamó al juez de línea y el central Sánchez le mostró dos tarjetas
amarillas y la roja. ¿Dos amarillas por reclamar? Fue una joya de
Sánchez esa jugada. Falta que no existió, gol y expulsión de Marrugo.
La verdad es que el Tolima jugó mal.
Bolívar no entrego bien una sola pelota en todo el partido. Los
delanteros no fueron contundentes. Piedrahita dejó un hueco gigante por
donde constantemente atacó el equipo de Santiago Escobar. Y Luis Sánchez
fue una belleza de arbitro.
Marrugo es la mitad del equipo y sin él
la cosa se pone mucho más difícil en Ibagué. La hinchada tiene que
reponderle al equipo llenando el estadio. El Deportes Tolima tiene que
mostrar la jerarquía que mostró en argentina ante Independiente, en
Ibagué ante Banfield y en Bogotá ante Santa Fe. Quedan 90 minutos para
que los jugadores y el cuerpo técnico muestran sus ganas de ser
campeones.
Foto: Futbolred.com
totetolima
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