“Es solo un poco de placer, es el asesinato de las noches de falsas victorias” Matías Barzola – Relator Argentino

No hubo día de la semana anterior en que no se pensara en el partido de ayer, no hubo momento en que el pensamiento no quisiera estar ya en el Jaime Morón esperando por el resultado, no había alma Americana que no siguiera su instinto y buscara la manera de alentar al equipo, máxime cuando el orgullo termina herido por las declaraciones imberbes y sin argumentos de un señor que habla de ética y valores en el fútbol, teniendo un conflicto de intereses en el Cuadrangular.

Pero ni el más optimista de los Escarlatas pensaba en lo que se vio ayer en el Otrora Pedro De Heredia; ni el más positivo de los aficionados dilucidaba a un equipo como el que ayer saltó a la cancha, y no tanto por el resultado, sino por el juego mostrado por los dirigidos de Hernán Torres. Creo que muchos –Entre ellos su servidor- pensábamos en un partido sufrido, luchado, en un Real Cartagena avasallante que buscaría la forma de llevarse al Rojo por delante, y a un elenco Escarlata abroquelado esperando las pocas oportunidades que se podrían generar.

Un equipo bien parado línea por línea, defendiendo con la pelota, jugando a triangular la bola, evitando el desgaste que de por sí provoca una cancha al nivel del mar, tocando de primera intención para abrir espacios. Todos, absolutamente todos dando una prenda de garantía para lograr el 2 a 0 que al final se dio, sin desesperarse, sin sufrir como lo teníamos previsto, dando el golpe de autoridad que la tabla de posiciones y la ilusión de la hinchada necesitaban para ver en América un candidato serio para lograr el Ascenso.

Tan es así, que el típico desespero que muchas veces nos invadía a éstas alturas a la afición Roja se traspasó al lado Cartagenero, con un conjunto sin respuesta, doblegado al planteamiento de América, y sin visos de lograr siquiera el empate,  la impotencia los llevó a invadir la cancha, cosa que solía pasar en el Pascual. No es para aplaudir, al contrario, genera un repudio generalizado sea donde sea, pero es una muestra de que esta vez, el dolor aún no se posa sobre nosotros, no cuando tenemos todas las posibilidades jugando a nuestro favor para emprender el regreso.

Dimos el golpe de autoridad, y es muy bueno, pero aún no hemos logrado el gran paso, el definitivo, eso sí, cómo no creer si se ve una propuesta seria de juego, si se ve a unos jugadores metidos de cabeza en el cuento, a un DT que, después de una terrible noche en Armenia, entendió que la mejor manera de jugar era a lo que él mismo había dado a conocer en todo el semestre; cómo no creer, si después de tanto tiempo, por fin tenemos todo a nuestro favor para celebrar…Llegó la hora de que la esperanza renazca, llegó el momento de estar todos más unidos que nunca, porque el Ascenso, el anhelado y esquivo Ascenso, ya se respira en nuestro aire, ya la te en nuestros corazones, y se empieza a sentir en el ambiente.

Ésta vez no cerraré el escrito con la perorata que menciona mis redes sociales, sólo quiero decir, con el Corazón en la mano y el sentimiento Escarlata en la piel ¡QUE VIVA AMÉRICA, CARAJO!

Un abrazo a todos