«Un ruego, un pedido: No más vagos en América» – Frase que se la tomé a mi Colega y amigo Camilo Valderrama, y que expresa el pedido de la gran mayoría de hinchas Americanos

América iba al Valle del río Cesar en busca de la victoria en una plaza que, en sus 5 años de permanencia en la Segunda División, le ha sido esquiva y complicada. Valledupar se ha convertido en “El coco” de las plazas para el conjunto Escarlata, y no sólo por el escenario en sí, sino por un sinfín de circunstancias que han hecho que visitar esa ciudad de la Costa Atlántica sea un suplicio, es más, no hay que ir muy lejos en el tiempo para recordar que incluso tuvieron que jugar en una cancha de béisbol improvisada a prietas mochas para jugar un compromiso de “Fútbol profesional”.

Para sacarse esa estigma de la estadística y de los momentos extraños, el equipo dirigido por Hernán Torres iba con su “plantel deluxe”, encabezado por Ernesto “El Tecla” Farías, Ayron del Valle y David Ferreira. Con el espíritu renovado, la corriente de aire provocada por los nuevos vientos en cuanto a lo administrativo, y el envión anímico que representó el triunfo ante el Real Cartagena, la hinchada y los jugadores aguardaban por saltar a la cancha mientras retornaba el fluido eléctrico al estadio Armando Maestre Pavajeau.

Al gramado del nuevo escenario cesarense los dos cuadros, pelota al medio, saque inicial, no más de dos minutos de juego y…El valle de lágrimas se empezaba a posar en la retina del aficionado Americano, un error garrafal de Carlos Ramírez a la salida de una pelota que no era para complicarse, propició el primer tanto del Valledupar, que entre otras cosas, empezó el partido siendo puesto 14 en la tabla. Sí, América, el “Todopoderoso” América, perdía, en 2 minutos, con el antepenúltimo del Campeonato.

Para darle forma al suplicio, terminando el primer tiempo, con el local con 10 jugadores, y de un tiro libre A FAVOR DEL ROJO, léase bien,¡ A FAVOR DEL ROJO!, cae un contragolpe letal en el que Herner y Subero parecían dos ramas desquebrajadas con la brisa del Valle por cuenta de sendos enganches de Urrego, quien clavó al palo derecho de Bejarano el segundo tanto.

Para el segundo tiempo, los nervios, la imprecisión, la ansiedad, y el desespero fueron el lugar común de aquellos que hoy visten la franela Roja. Farías no pudo, Ayron sigue en un divorcio tortuoso con las redes contrarias, Feiver tuvo dos, na dio en el palo, otra se fue afuera, Pero cuando creíamos que ya no sucedería nada más, y que nos quedaríamos con la imagen de un cuadro aparatoso tratando de buscar el descuento, un pibe de 17 años de apellido Pérez encuentra desdibujados a los “experimentados” zagueros, y la manda a guardar para el estallido de júbilo en las huestes locales, y de rabia y dolor en las Escarlatas.

Es claro que jugando como ayer, es casi imposible pensar en que un Ascenso se podrá dar, y menos con el desgano de algunos jugadores que pareciera les diera lo mismo ver o no ver las estrellas que se elevan en el escudo, y la historia que tiene la institución. Lo único rescatable de todo astro, es que el nuevo timonel técnico ya debe estar tomando nota para entregar la lista de quienes deben quedarse, y quienes deberán recoger sus pertenencias e irse, porque algo sí es seguro, si nos quedamos como hoy estamos, seguramente en diciembre el Valle de lágrimas será por el inicio de un sexto año jugando en la B.

Cualquier sugerencia, queja, o lo que quieran manifestarme, pueden hacerla a través de mi cuenta de Twitter @ElTurcoPuertas, un abrazo a todos, y nos leemos en una próxima oportunidad en este “Rincón del Turco”, que estén muy bien.