Vale la pena compartir en una comunidad del fútbol aspectos que implican optimizar la salud y la seguridad de sus integrantes durante la práctica.

Los clubes profesionales de fútbol han comprendido la importancia y afrontado la necesidad de contar con personal de salud y equipamiento para hacer frente a los posibles eventos que pueden ocurrir durante el entrenamiento y la competencia, sin embargo, el riesgo de tener una lesión o enfermedad asociada al deporte puede incrementarse en futbolistas de otros niveles, y ante esta realidad es una responsabilidad del área directiva y técnica buscar el mejor grado y calidad de atención en salud para sus futbolistas, ya sean recreativos o de alto rendimiento.

El rol del médico del equipo y su existencia dependen del nivel del equipo y de los recursos disponibles. Para el fútbol competitivo – de rendimiento- la responsabilidad del médico incluye el cuidado de los jugadores y el cuerpo técnico durante las sesiones de entrenamiento, los partidos y los viajes, para ello debe contar con un botiquín organizado y compartimentalizado.

Buscando la forma ideal de administrar y manejar este tipo de recurso para un club de fútbol, la FIFA ha realizado una investigación en torno a estos temas y tiene disponible un diplomado online gratis en el siguiente link: http://fifamedicinediploma.com/lessons/medical-bag-team-doctor/.

Allí están resumidos varios aspectos claves para la organización del personal médico y los componentes que de forma reglamentaria debe incluir un botiquín.

Si un médico titulado y experto es quien está al frente de la atención el botiquín, este incluye equipo diagnóstico (fonendoscopio, otoscopio, oftalmoscopio etc.), inyecciones y equipo de sutura, medicamentos y dispositivos médicos para afrontar la mayoría de incidentes y lesiones que se pueden encontrar durante la práctica de fútbol.

Se hace énfasis en contar con equipos para actuar en casos de posible muerte súbita en el campo, por esta razón se incluye de forma mandatoria la existencia de un desfibrilador externo automático (DEA). Contar con este tipo de dispositivos debe ser una exigencia para los sitios de práctica de fútbol y donde se realicen torneos, una sola vida que logre salvarse justifica cualquier tipo de inversión realizada en este aspecto. Igualmente los sitios donde se realicen competencias deben asegurar la existencia de un sistema de emergencias que asegure la disponibilidad de atención inmediata y ambulancia.

Las principales condiciones médicas que se pueden presentar en el campo de fútbol incluyen:

Una norma básica en torno a lo que debe contener el botiquín es que el personal a cargo debe estar capacitado y certificado para su uso, de ello depende la complejidad del mismo, el botiquín FIFA incluye elementos diagnósticos de uso exclusivamente médicos: Estetoscopio, otoscopio, oftalmoscopio, martillo de reflejos, tensiómetro, termómetros, Glucómetro, baja lenguas, tiras urinarias etc.

Además, incluye dispositivos médicos para el manejo de heridas: Torundas con alcohol, soluciones desinfectantes (clorhexidina y povidona), gasas y vendajes de 25, 50 y 75 mm. Elásticos y no elásticos, cremas y lociones antisépticas (mupirocina o ácido fuscídico), guantes quirúrgicos estériles y no estériles, paquete de sutura estéril con tijeras, porta agujas, riñonera, jeringa dental, suturas Nylon de diversos grosores y sutura absorbible, cuchillas estériles, jeringas y agujas. La mayoría de estos elementos también son de uso médico exclusivo, excepto los vendajes y las soluciones antisépticas.

En cuanto a los elementos requeridos para el manejo de lesiones osteomusculares se hace énfasis en la nemotecnia RICE (Rest, Ice, Compression, Elevation), reposo (inmovilizadores), hielo (disponibilidad de hielo o paquetes fríos químicos de uso único) (MUY IMPORTANTE), compresión (vendajes) y elevación.

La FIFA incluye que el médico tenga una bolsa de mano con radio de comunicación, guantes, cánula oral, yelco 14 (aguja con guía), tijeras, gasa hemostática, tampones nasales, bolsa de hielo, cintas adhesivas elásticas y no elásticas y botella de agua entre otros. Este tipo de elementos están destinados a afrontar los eventos más graves o que requieren atención con la mayor prontitud dentro del campo.

El listado de medicamentos que se incluyen son: Antiinflamatorios en geles y parches, analgésicos tópicos, acetaminofén, antiinflamatorios no esteroideos (diclofenac dispersable y parenteral), analgésicos fuertes como la meperidina, con administración reservada a médicos y solo en episodios de dolor severo. Antibióticos como la Amoxicilina, Azitromicina, Cefuroxima y Doxiciclina.

También son importantes algunos antivirales, descongestionantes nasales tópicos, antisépticos y anestésicos orales, inhaladores de salbutamol, tampones dentales para hemorragias, parches oculares, gotas oftálmicas con antihistamínico y corticoides, lágrimas naturales y medicación para trastornos gastrointestinales. Para equipos femeninos se deben incluir elementos de higiene y salud femenina (toallas higiénicas y tampones) y medicamentos para manejar el dolor menstrual, entre otros.

Es recomendable visualizar todos estos ítems relacionados en la web de FIFA y, de acuerdo a la disponibilidad de recursos profesionales y logísticos, dotar el botiquín de la mejor manera posible.

Es infaltable exigir pólizas de cubrimiento médico, sistema de emergencia, presencia de desfibrilador externo automático disponible y personal médico disponible a las instituciones que organizan torneos entre clubes.

Cada club debe estructurar un sistema básico de atención en el campo y contar en el botiquín con los elementos que pueda manejar. El hielo, los vendajes y los elementos para inmovilizar y disminuir el dolor inicial en las lesiones osteomusculares no deben faltar. Si el equipo aún no cuenta con el personal médico calificado un integrante del cuerpo técnico debe estar capacitado para hacer el manejo básico con los elementos del botiquín, mientras se activa el sistema de emergencias. Esta responsabilidad siempre debe estar definida y asignada de antemano.

Se trata de asegurar una práctica placentera del fútbol que no solo abarque el nivel profesional, protegiendo algo invaluable, la salud.