Se acaban las esperadas fiestas dejando la sensación de alegría por haber compartido en familia momentos de risas, imágenes y recuerdos que hacen amar la vida. Sin embargo, queda en el ambiente y en la consciencia algo del exceso inherente a la celebración… algunas copas y kilos de más que van a pesar en el momento de reencontrarse con el balón.
Comienza un año lleno de expectativas deportivas y todos quieren mejorar; amigos y rivales en la cancha no se conformaran con lo alcanzado el año anterior. Algunos esperan superar esa lesión que los sacó del juego, otros querrán revivir en el campo los momentos felices que el trabajo y las ocupaciones diarias les arrebataron, los más disciplinados siguen el camino a conseguir ese trofeo anhelado, los emotivos tendrán una revancha futbolística pendiente por cobrar y habrá quienes desean ya estar en la cancha por el simple placer de jugar.
Para todos regresar a jugar 90 minutos no será tan fácil si el tiempo de fiesta y descanso fue prolongado. Se habrá ganado un 2 a 3% de porcentaje graso y la masa muscular habrá disminuido en igual magnitud, la movilidad articular se habrá reducido y si el esfuerzo inicial es muy grande, se pueden presentar lesiones.
Estas son razones suficientes para prepararse bien antes de afrontar la competencia. Entonces, a continuación, tres pasos fundamentales para antes del primer partido:
Primero, un chequeo médico. Esta es la oportunidad de tratar viejas lesiones y de revisar cómo está el sistema cardiovascular para jugar con tranquilidad y sin riesgo, a pesar que la incidencia de muerte súbita se ha estimado en 1 de cada 100.000 atletas (How to prevent sudden cardiac death en Player´s Health, www.FIFA.com), evaluar el corazón con medios diagnósticos es mandatorio en personas mayores de 40 años, incluso en jóvenes que van a someterse a esfuerzos de alta intensidad.
Segundo, asesorarse de un profesional de la actividad física. Así garantiza que el regreso sea menos traumático y que la puesta a punto se dé más rápido. Definir los objetivos a corto, mediano y largo plazo planificando el trabajo del año es la mejor alternativa.
Y tercero, si la estrategia es jugar el primer partido cómodo y disfrutándolo, es recomendable realizar algunas sesiones previas encaminadas a retomar la resistencia general. Los modelos que incluyen el cross training (combina movimientos corporales de otras disciplinas) y realizar sesiones en el gimnasio son una buena alternativa para que el cuerpo sea estimulado de la forma correcta, es el momento propicio del año para hacerlo pues el ritmo de competencia puede dificultarlo posteriormente.
No hay que olvidar que la forma correcta de ‘desintoxicarse’ incluye retomar hábitos de alimentación saludable garantizando una buena cantidad de proteína para la recuperación de la masa muscular perdida, los suficientes carbohidratos para cumplir con las semanas de entrenamiento y mucha, mucha agua.
Aunque el inicio es progresivo y otros deportes son útiles, no debe olvidarse que el fútbol se entrena con el balón, la técnica siempre será susceptible de mejorar, ejercicios cortos de intensidad progresiva creciente en equipo ya deben estar presentes desde las sesiones iniciales. En los clubes profesionales de hoy el alto ritmo y frecuencia de competencia han restringido al mínimo los trabajos solitarios de fondo. Se compiten 47 semanas de las 51 que tiene el año.
¡Así que ánimo! A prepararse de la forma correcta para estar en mejor condición física que el rival desde el pitazo inicial y poder gozarse este año futbolero.
Por último, ¿qué tema le gustaría que se tratara en la siguiente entrada de este blog? Envíe sus preguntas relacionadas con medicina, alto rendimiento y fútbol a la dirección de correo:elmedicodelfutbol@bodytechcorp.com
¡Hasta la próxima!
Edgar Galeano MD
Especialista en Medicina del Deporte
Bodytech Sports Medicine