Los tipsters o cazadores de apuestas de valor son todos aquellos personajes inmersos en el mundo de los juegos de azar y apuestas en Internet. Estos personajes cumplen su papel como “pronosticadores” al momento de analizar eventos deportivos y las cuotas de valor por las que más dinero se gana dinero en resultados o estadísticas que no cualquier usuario del mundo de las apuestas puede olfatear o vaticinar de manera sencilla.
La función principal del tipster tiene que ver con el descubrimiento. Estos personajes se encargan de identificar tales oportunidades de valor para apuestas en línea y con base en esos hallazgos compartir los datos con su público objetivo o suscriptores. Se podría decir que el negocio en un modelo de doble ganancia, porque a medida que reciben comisiones por identificar apuestas atractivas y lugares de inversión en la web, ellos mismos participan del sistema de ganancia y pérdida de casinos en línea y casas de apuestas más que todo en el tema de deportes, llámense BetPlay, Rushbet, WPlay, Codere, Sportium, etc…
Entre las características principales de todo tipster se destacan la agilidad o rapidez con la que debe informar a sus clientes y la capacidad de identificar potencial dinero de inversión en la web. Un buen conocimiento y previsión de los sucesos deportivos, del rendimiento de los deportistas y detección de tendencias en fútbol, baloncesto y tenis hace que estos personajes tengan un valor añadido en el mercado del dinero de las apuestas en línea.
¿Qué tipos de tipsters hay?
Aparte de que algunos tipsters se distinguen de otros por su especialidad en el deporte, competición o disciplina de su experticia, hay que diferenciar entre un tipster free y un tipster Premium, en donde el primero ofrece y comparte sus pronósticos de forma gratuita a la gente, mientras que los premium ya requieren suscripción mensual/anual en donde se informará de oportunidades de inversión para eventos en específico, consejos de apostadores profesionales y recomendaciones para el negocio.
En la actualidad es posible encontrar todo tipo de tipsters, los de pago y los gratuitos, los buenos y no tan buenos, los fiables y los farsantes.
Los tipsters aprovechan su “reputación” en el tema de las apuestas para valerse de sus estadísticas y ofrecer su credibilidad en el mercado, con esto último adquieren suscriptores e incrementan sus bases de datos con promociones en redes sociales. Posteriormente alimentan a su audiencia con Facebook, Twitter, Instagram, WhatsApp o Telegram.
Muchos tipsters (en su mayoría los de caracter profesional) disponen de blogs personales, los cuales hacen las veces de “centro de operaciones” de su trabajo. En ellos publican sus tips, sus ofertas y sus estadísticas de resultados. Vale la pena mencionar que en países como España es donde más se pueden encontrar estos blogs de interés para todos los aficionados a las apuestas deportivas.
El tipster como tal hace las veces de informante cuando está comenzando y ha pasado por el papel de apostador promedio, posteriormente comienza a cultivar una carrera como consejero y escribiendo una historia y marca personal que ha de servir como referencia para quienes se meten de lleno en el negocio de las casas de apuesta en línea.
En la web existen muchas personas haciéndose pasar por tipsters. Hay que tener precaución con el fraude, pues muchos servicios de pronósticos son operaciones de estafa que juegan con la adicción a apostar de los usuarios nuevos.
Los buenos tipsters usan estimaciones basadas en estadísticas y en búsquedas extensas sobre la información que rodea a un partido o competencia, además comparan esta valoración propia con las probabilidades no tan evidentes en las cuotas del corredor de apuestas.
Hay que aclarar que en el mundo de las apuestas el papel del tipster no arriesga nada de su dinero propio. En realidad este personaje vende su conocimiento experto a otros para tratar de vencer pronosticador de la casa de apuestas, también conocido como bookie, lo que hace que este negocio se convierta en un constante y eventual acierta – desacierta, estima – desestima y confía – no confía.
Algunos datos curiosos
Es importante destacar el papel del tipster actual como un personaje que no es cliente frecuente de un casino ni casa de apuesta, pero que se ha valido de su conocimiento y sus relaciones interpersonales para construir una base de datos en distintos portales.
Algunos tipsters se consideran así mismos como “vendedores de información valiosa” y son considerados actualmente un engranaje más en la maquinaria del mundo de las apuestas. En el contexto actual estos pronosticadores o gurús se encuentran en el mercado de la confianza de inversión en red, pues aconsejan a un cúmulo de seguidores dependiendo de sus necesidades. La sola decisión de que un aficionado o consejero se volviera tipster cambió la forma en la que ahora reciben ingresos por las apuestas y hasta de cómo se puede vivir de ello.
Sin lugar a dudas el acceso a los datos e información se ha convertido en una ventaja económica para los apostadores y quienes estiman resultados. Sin embargo, posteriormente las casas de apuestas detectaron que al manejar cantidades de dinero tan grandes y tener la posibilidad de contactar con miembros tan cercanos del negocio como jugadores o entrenadores, comenzaron a captar la atención de los apostadores más novatos en el tema. No consiguen ahora dinero, consiguen algo mucho mejor: datos y reputación, sirviendo Twitter como red social por defecto ideal para seguir en tiempo real los resultados de los encuentros deportivos al igual que las aplicaciones de resultados deportivos. Plataformas clave para llamar la atención de las personas inmersas en el mundo como potenciales apostadoras.
Los tipsters, buscan la información, de modo que suelen gastar altas cantidades de dinero en sitios de apuestas, pero para ellos es una inversión porque luego venden dicha información a verdaderos apostadores.
Siendo ya un oficio como tal el perfil de apostador se deja de lado para pasar a contemplarles como personas que se cansaron de la incertidumbre de las apuestas y eligen la ganancia estable que consiguen al vender sus datos y sus servicios de asesoría.