Barcelona: fin de la sinfonía

Lo in. Lo de estar a la moda. Eso era lo único que me molestaba del Barcelona. Y ni siquiera ese fastidio era por el equipo, sino por la multitud de hinchas advenedizos que se colunchaban en la gloria del que todo lo ganaba y a todos humillaba.
Fans de ocasión que fanfarroneaban cada triunfo del culé ¿Viste como le volvimos a ganar al Real? Decían sin un asomo de rubor en sus cachetes… ¿Ganaron? ¿Ellos? ¿En serio? claro, la culpa la tiene ese moderno cariz metonímico del fútbol en el que las selecciones -y ahora los clubes- nos representan. Juegan también por nosotros. Ganan y pierden en nuestro nombre. Otra responsable de esas jactancias es la globalización que posibilita que un rolo, por poner un ejemplo, se sienta identificado con un equipo español.
    Hablemos en serio ¿qué tanto representa un elenco catalán a un habitante de Chapinero? Probablemente la seducción resida en «los valores» que el club dice defender: su autonomía del centralismo madridista, la filantropía de sus acciones (ser sponsor de Unicef); su relativa rebeldía del mercado al apostar por jugadores de su propia cantera… bien, bien… pero si fuera por eso su principal contradictor no sólo en lo deportivo, sino en lo filosófico, el Real Madrid, no tendría seguidores.
Y sin embargo los tiene. Tanto o más que el azulgrana. Luego la pregunta subsiste ¿cuál es la razón para que haya barras acreditadas del Barça -y agreguemos: del Manchester, del Milán, de Boca- en países diferentes a los naturales de esas instituciones? Bonito interrogante. Y creo que la respuesta está en el mercado: hoy los valores se venden por internet.
Piénselo bien ¿Cómo se fabrica un fanático de un equipo al que -probablemente- nunca en su vida verá? Antes nos hacíamos hinchas yendo al estadio o seguíamos al cuadro de nuestros amores a través de la radio y después de la tele. Si bien no siempre conseguíamos ir a la cancha para alentarlo presencialmente, teníamos la esperanza (y las posibilidades) de verlos sin mediaciones tecnológicas.
Generalmente era el onceno de la ciudad o la región o era uno de los de carácter nacional que lograba cautivarnos por su performance deportiva. En numerosos casos era el que papá seguía (o era el que le reñía al de papá) y todo se enmarcaba en ese vecindario local en lo geográfico y/o sentimental.
Ahora no: podemos hacernos hinchas de River porque tenemos televisión satelital en casa y siempre sintonizamos un canal bonaerense o nos convertimos en ‘fanas’ del Liverpool porque seguimos la Liga Premier. Un medidor de esa aficiones globalizadas, performáticas son las camisetas de teams del mundo que lucen los jóvenes en los centros comerciales. En fin, la afición se ha hecho más comercial, más gaseosa; más posmoderna. Más virtualizada: casi digital. Al alcance de un clic
Vuelvo al Barça: dolió verlo caer. Pero hasta eso tiene su estética. Que un grande caiga deja muchos aprendizajes. Como cuando cayó Tyson ¿impensable, no? Y hablo de dolor pese a mis simpatías que están del lado ‘merengue’ (no me pregunten la razón) porque así considere que sus valores están envueltos en un empaque mercantil, era un producto sui generis y por eso mismo precioso.
En términos del viejo Marx: los de La Masía se regían por el mismo «valor de cambio» de los demás equipos del planeta, pero su «valor de uso» era singular: optaron por el talento sobre la fuerza, por el glamur en vez de la testosterona, por el «jogo bonito» antes que la victoria a como diera lugar.
Y esa era la diferencia entre Pep y Mou. Que fue la misma de Menotti y Bilardo y así muchos se ofendan, de Maturana y el Chiqui…
Asistimos al ocaso de un club que se ganó un lugar en la historia. Uno en dónde brilló con luz propia un fuera de serie que difícilmente encontrará otro entorno tan favorable: nada más metafórico del sol a las espaldas que ver al genio impotente, sentado en el banco por lesión.
Sintámonos afortunados de haberlo podido ver. No sé si vendrán otros tan buenos o que nos gusten tanto. Y como a rey muerto, rey puesto quizá ahora sea el tiempo del Bayern. Quién sabe.
Propongo siete minutos de ovación para «más que un club». Uno por cada gol esta semi. Aplaudo de pie al de la plusvalía. Al que se esforzó por robarme una sonrisa y me hizo pensar: carajo cómo sería de bueno haber sido hincha de ese equipo. No de moda, sino de verdad.
En serio que no me cambiaría por nadie.
quitiman

Delantero frustrado que sólo resultó goleador jugando con los niños pequeños de la cuadra. Lector de sección de deportes de los periódicos y oyente de radio futbolera. Coleccionista de cuentos que tengan como protagonistas a la pelota y a quienes luchan por conquistarla. Llanero de cuna, pero feligrés del equipo rojo de Cali. Radicado en Brasil dónde vive una segunda luna de miel con el balompié: el matrimonio con el Flamengo (“O mais querido do Brasil”). Sociólogo por necesidad y Magister en antropología por vocación. Actualmente estudiando un doctorado en Rio de Janeiro; argumento que es pretexto para devorar fútbol por montones y estar en la fiesta de la Copa Mundo de Brasil 2014. Puedes seguirme en @quitiman

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  • Primero que todo mas razón y menos corazón que se te nota el odio de hecho no veo como la gente no pueda de decir chiste como le ganamos a tal o al que no se te olvide que por la gente el club existe y no vengas con esas ideas de joder ven la premier y son hinchas joder que si en Colombia a duras penas entra señal de televisión y la gente sigue siendo hincha no importa la distancia ni los métodos porque el fútbol es sentimiento y pasión, el futbol es de todo y para todo entonce para ti la selección Colombia solo es barranquilla porque solo los de barranquilla puede ir a ver la selección mas fútbol y menos martín de francisco que para hablar de la sociedad y lo que pasa en la economia esta el tiempo.com

  • ¡Ay, Quitián! de regreso a lo suyo, los artículos pobres de contenido, con esperpentos lingüísticos (la "performance"), los vainazos ridículos y para rematar su ignorancia: Bayer, es el Leverkusen, que está ligado a la famosa marca farmacéutica. El que le ganó al Barcelona es el Bayern, por aquello que deberíamos conocer nosotros como Baviera.

  • De un artículo antiguo suyo, en el que este torpe sistema de comentarios nunca me dejó opinar: creo que usted fue el único que vio a Beckham abrazar y consolar a Mondragón en el partido del Mundial 98. Lo único relevante que el ícono metrosexual hizo en ese partido fue ir a pedirle la camiseta al Pibe, porque la postal, la imagen que representa lo que significa la dignidad en el fútbol fue la de Seaman (seguro me toca explicarle que era el arquero de Inglaterra) abrazando a Faryd. Más reciente, el cuadro de Casillas en el último Mundial, que pasó de largo celebrar con sus compañeros al final del partido para ir a abrazar a un abatido arquero portugués que le sacó de todo a los españoles ese día, pero que lastimosamente no pudeo pasarle nada de su coraje a un asustado y apocado Cristiano. Pero qué va, usted de esto no sabe.

  • Por Bloguistas como este parafustan es que futbolred no se consigue consolidar como un diario deportivo con seriedad. Para refutar con argumentos a este señor le respondo soy Colombiano vivo en Brasil y si soy hincha acreditado del Barcelona fc, me apasione por este club cuando lo segui en las epocas de Romario, Ronaldo y Rivaldo. Por ello a mis 16 años siendo hincha del glorioso Santa Fe decidi seguir al Barcelona convirtiendose junto a Santa Fe en mis dos mayores pasiones. Tanto de Santa Fe como del Barcelona soy credenciado, pago mis cuotas como hincha fiel, compro articulos originales y los sigo encuentre donde me encuentre. Entonces si es posible que una persona sea hincha a morir de cualquier equipo sin importar su nacionalidad.

  • Este señor se va seguir tragando sus palabras, primero por que no es el fin del Barcelona para que eso pase aun faltan unos buenos largos años...como afirmar que es el fin del Barça cuando completo 6 semifinales seguidas superando al real de Buitragueño, como afirmar q es el fin del Barcelona cuando le esta ganando la liga al real con una diferencia de 11 puntos...entonces este pesimo bloguista puede afirmar algo si este es el ocaso del Barça entonces estamos asistiendo al sepelio del real la logica seria eso o me equivoco señor quitiman.

  • Hola David, Es triste ver como la gente se ofende sin ninguna razón frente a un artículo que no agrede a nadie. Pero es parte de ese mismo proceso mediante el cual las personas se identifican con quien está ganando y siguen un discurso mediático que lamentablemente en Colombia está dirigido a la sensación de ser agredido y de responder con agresividad (de qué otra manera se explica que un rolo sea hincha de Nacional y se sienta agredido al ver una camiseta de Millos). y si, la necesidad humana de identificarse dentro de un grupo ha sido y seguirá siendo el punto neural al que apuntan los mercaderes, incluidos los del futbol. (Ojalá la gente se defendiera con igual ímpetu de la corrupción, de la impunidad y de los antivalores que inculca la televisión).

  • Con respecto al Barca, no creo que sea el fin de un ciclo, si creo que los clubes alemanes mostraron una mayor preparación y jerarquía pero el futbol no se puede aplazar y se dieron unas circunstancias especiales en la particular goleada:Un Messi que no debió jugar el primer partido para tal vez poder jugar el segundo, un barca con varias bajas; la de Pep principalmente, quien le entregaba el equipo a todos sus jugadores y no solo a uno. En ese sentido se podría hablar de el final de un ciclo.

  • a mi también me hubiera gustado ser hincha de éste barca pero mi encuentro con la tv por satélite me mostró a Zidane, Figo, Ronaldo, etc y me hice seguidor del Real y en inglaterra seguí los cuarenta y tantos partidos de invicto de un Arsenal con Henry, Bergkamp, Pires, etc y ya no puedo volverme de ninguno de los de Manchester. Al Dortmund lo veo como un equipo muy alegre y joven mientras que el Bayern está de lleno de jugadores maduros con muchas copas frustradas. Los veré con mucho placer en la final. Abrazo amigo Quitián

  • Dificil q a tus 16 agnos hayas podido ver a romario en barcelona, pero si estoy de acuerdo en que uno pueda ser hincha de corazon de cualquier equipo del mundo. El autor de este articulo carece de vision, en una vision umbilical del futbol( la cual comparten muchos rolos y comentaristas de tv colombian) creen q sta fe y millos son todo. Aun recuerdo una transmiscion de hernandez bonnet en donde segun el todos los jugadores de la seleccion holandesa se llamaba VAN y solo les decia la segunda parte de su nombre..la lleva persie se la pasa nistelroy q horror!!. Entonces este blogistas se le nota q es de la misma cuerda de los que creen q el futbolsolo es local y el verdadera hincha es el q va a el olaya a echar mazorca para ver a Caterpillar, me juego el nick a que se sabe toda la nomina de este equipo. saludos!!

  • Juliuspinedo poner en duda cuando se escribe algo es casi como llamar de mentira y eso es injuria...sencillamente tenia 16 años cuando en 1993 Romario comenzaba a briilar con el Barcelona, me gusto mucho y comenze a sentir afecto por este grandioso club, desde estonces me hice hincha, con el tiempo me acredite, y me hice hincha oficial. Gracias a ello cuento con ventajas como descuentos en artículos, reservas de asiento en el estadio durante todos estos años e tenido la dicha de acompañar el Barça en el Camp Nou en 9 oportunidades. Entre ellas clasico con el Real y partido por la Champions. Pero como tu dices, si es posible seguir y torcer por equipos que sean de otras partes del mundo.

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quitiman

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